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La guerra abierta entre el alcalde Jácome y los cinco concejales críticos afronta una semana clave

Mario González explica hoy los motivos de su dimisión: "Estaba quemado", asegura el portavoz Caride

El alcalde Jácome. // Carlos Peteiro

Las expectativas sobre lo que pueda ocurrir esta semana en el Concello de Ourense son elevadas. La guerra abierta en las filas de Democracia Ourensana entre el alcalde Gonzalo Pérez Jácome y los cinco concejales críticos no ha hecho más que empezar. Tras un viernes frenético en el que los díscolos acudieron a la Fiscalía para pedir que se investiguen supuestas irregularidades en la financiación del partido de Jácome, es el momento de que el regidor mueva ficha.

Por el momento ha habido acusaciones cruzadas y peticiones de dimisión en todas las direcciones, pero Jácome ya advirtió este sábado que es él, como alcalde, el que tiene las competencias que se delegaron en los concejales y, por lo tanto, el que "puede y debe supervisar su ejercicio". En un mensaje dirigido expresamente a Miguel Caride, portavoz del grupo municipal y al que Jácome considera instigador principal de este motín, recuerda que son los concejales que tienen competencias delegadas los que deben rendir cuentas ante el alcalde "y no al revés".

Sin embargo, no ha desvelado por el momento si retirará funciones a los cinco ediles críticos ni como organizará su grupo ahora que cinco de los siete integrantes han declarado públicamente la pérdida de confianza en su líder, al que tachan de "personalista, autoritario y dictatorial".

En sus redes sociales, Jácome ha ido soltando este fin de semana mensajes alusivos al conflicto: "Si la carrera es de fondo, es un error sprintar, excepto al final", publicó el sábado. Ayer recurrió a una frase de Platón: "La razón y el valor siempre se impondrán a la traición y la ingratitud", y poco después recurrió al inglés: "Keep it together, (Mantener la Calma). Aunque me gusta más el dicho gallego: Deixa moer", afirmó textualmente en Twitter.

Por su parte, Caride ha dicho que la única solución al grave problema de gobernabilidad que afronta el Concello de Ourense es la dimisión de Jácome y ha admitido que ellos aceptarían como sustituto en la Alcaldía tanto a un miembro de sus filas como del PP, su socio de gobierno.

Por el momento, esta crisis política ya se ha cobrado su primera víctima. El edil de Cultura, Mario González, anunció el viernes su dimisión y será hoy, en una rueda deprensa en el hotel Princess, cuando explique los motivos de esta decisión. El portavoz Miguel Caride avanzaba este fin de semana algunas razones: "Lleva mucho tiempo tensionado por la política y las ideas de la cultura que tiene el alcalde. Mario es una persona muy sensible con la cultura, finalista del Premio Planeta en su momento, compositor, profesor, una persona que tiene un poso cultural muy grande y tuvo que acallar contra su propia opinión las ideas del alcalde. Estaba quemado y fue el primero que saltó".

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