"En el barrio hay muchísima preocupación, no puede ser esta dejadez. No hay Policía Local vigilando que se cumplan las normas, se ve gente sin mascarilla, fumando... Y cuando les llamas la atención recibes insultos". Una vecina del barrio de A Cuña-Mariñamansa mostró ayer su inquietud por el alcance que pueda tener el brote de coronavirus detectado en esta zona y que ya ha provocado el cierre de varios establecimientos de hostelería y una carnicería a causa de los contagios.

Los equipos de rastreo de la Consellería de Sanidade confirmaron ayer nueve positivos en este brote de origen social. La cifra varía en cuestión de horas ya que la labor de seguimiento de los contactos estrechos de los positivos está abierta y se están realizando numerosas pruebas diagnósticas (PCR). Entre las nueve personas infectadas hay dos que han tenido que ser hospitalizadas, dos hombres de 62 y 81 años, que están ingresadas en el Hospital Universitario de Ourense. El resto son otros cinco hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre 27 y 66 años, que ya se encuentran en situación de aislamiento en su domicilio y bajo seguimiento por parte del personal sanitario.

A última hora de la tarde, el Sergas comunicó que, "ante la concentración de casos en investigación en determinadas áreas" de este barrio, los equipos de recogida de muestras del área sanitaria de Ourense iniciarán hoy un cribado selectivo entre los vecinos y el personal que prestó servicio en los últimos quince días en algunos de los establecimientos de hostelería y comerciales de la zona. El objetivo, indican, es "detectar casos asintomáticos y limitar posibles contagios en el marco de este brote social, de origen desconocido".

Advierte el Sergas que, de acuerdo con el protocolo y a la espera de los resultados de las pruebas que se están realizando a los contactos estrechos ya identificados, a todos se les indicó cuarentena de 14 días para monitorizar su evolución, "indistintamente de los resultados que arrojen las PCR, tal y como viene siendo habitual, como medida de prevención", precisan.

Con el mismo "criterio de prudencia y dado que el seguimiento de contactos sigue activo, desde la Gerencia del área sanitaria se han dado instrucciones a las residencias sociosanitarias localizadas en este barrio, que integra la zona de A Farixa, para limitiar las visitas y las salidas de los residentes.

Los bares Capilla y Lameiras fueron los primeros en cerrar sus puertas por positivos y colocaron sendos carteles en sus puertas informando de la situación. Explican la causa del cierre e invitan a todos los clientes a realizarse las pruebas: "Todas las personas que hayan estado en contacto con este establecimiento se les recomienda que hagan la prueba del Covid-19", indica uno de los carteles. "En este local se han dado positivos por Covid. Cerraremos por cuarentena. Al menor síntoma hacerse la prueba", apunta otro.

El propietario del bar Capilla, Juan Lucas Martínez, es uno de los afectados por este brote que tiene su inicio, indica, en uno de sus clientes habituales. "El señor presentó síntomas y en el hospital le preguntaron qué locales frecuentaba. Me llamaron y me hice la prueba el martes por la tarde. Al día siguiente, a las 17.00 horas, me notificaron el positivo", explica. En ese momento bajó la verja y se confinó en una habitación de su casa. "Tengo dos hijos y ya he pedido que les hagan la PCR. Mi mujer y mi hijo mayor, que trabaja conmigo, ya se la hicieron y están esperando", señala. A sus clientes habituales los llamó por teléfono para avisarles. Asegura que "ya van cerca de diez los que dieron positivo y habrá más porque están haciendo pruebas; esto es un brote grande", señala. "Por aquí pasan 200 o 300 personas cada día ¿quién sabe quien lo trajo? El primero en caer fue un señor mayor porque le afectó el virus y se encontró mal. Yo soy asintomático, solo he notado algo de pérdida de olfato, pero ni tos ni fiebre ni nada", señala.

También ha cerrado una carnicería de la zona. Otros establecimientos, en cambio, mantienen la actividad. La cafetería Paraxe ha difundido un mensaje para tranquilizar a sus clientes. Los cinco trabajadores del establecimiento se han realizado la prueba dos veces y todos han dado negativo, confirman desde el local.

Entre los vecinos hay preocupación. Natalia Álvarez denuncia que uno de los positivos en Covid-19 se saltó la cuarentena para comprar medicación en una farmacia: "Yo no quiero enfermar pero ves que pasan estas cosas y te sientes desamparada. La gente incumple y si les dices algo encima recibes insultos y malas caras", lamenta.

Focos en O Carballiño y Avión

Asimismo, el Sergas confirmó ayer la existencia de dos nuevos brotes en O Carballiño y Avión que afectan a un total de nueve personas. En la villa del Arenteiro, el foco tiene su origen en una reunión de amigos y, por el momento, afecta a cinco personas, tres hombres de 46, 52 y 32 años, y dos mujeres de 53 y 42. Todos ellos están aislados en sus domicilios y el seguimiento de contactos está activo. El Concello de O Carballiño pide a los vecinos "la máxima responsabilidad" ante el ascenso de los contagios y especialmente a la juventud, "para que todas las medidas se respeten escrupulosamente: separación sanitaria, uso de mascarilla y lavado frecuente de manos", bajo advertencia de que la Policía Local intensificará la vigilancia para colaborar con las autoridades sanitarias en el control de este brote y en la aplicación de las medidas de prevención.

En el caso de Avión se detectaron cuatro casos con nexo familiar: un hombre de 47 años, una mujer de 31 y dos menores. Los cuatro están aislados y a seguimiento por parte de su centro de salud. Al igual que en el caso anterior, está activo el estudio de sus contactos.

Con estos son 24 los focos activos en la provincia.

Cifras en ascenso

Con todo, las cifras del Covid-19 no dejan de crecer en el área sanitaria de Ourense que ayer contabilizaba 266 casos activos tras sumar 34 nuevos contagios en las últimas 24 horas y once altas.

Trece pacientes están hospitalizados, tres de ellos en la unidad de críticos.