Recibir un escupitajo nunca es plato de buen gusto, pero hacerlo cuando se cierne la amenaza del coronavirus es, además, motivo de preocupación. Y precisamente eso fue lo que sintieron los parroquianos de un bar de la zona histórica de Ourense cuando un hombre de 64 años, sin mascarilla y con un perro, se puso a escupirles y a increparles este mediodía.

La Policía Local, en cuanto tuvo conocimiento de lo que estaba sucediendo a las 13.30 horas en este establecimiento de la calle Lepanto, se personó en el lugar. Allí constataron que este varón estaba sin mascarilla mientras insultaba y salivaba al resto de personas del lugar. Los agentes solicitaron al agresor que abandonase el bar y además le multaron por estar sin mascarilla. Pero a pesar de la advertencia, el hombre regresó a los diez minutos para amenazar al responsable del establecimiento.

Los agentes tuvieron que volver al local, lo que provocó que el agresor se alterase todavía más y siguiese escupiendo a los clientes, lo que obligó a los policías a llevárselo detenido. El perro que iba con el arrestado fue trasladado a la perrera municipal.