El incendio forestal declarado en el concello de Viana do Bolo, presuntamente intencionado y que se encuentra activo, vuelve a castigar a la provincia de Ourense tras quemar unas 230 hectáreas, en lo que ya es el incendio con más grande e Galicia en el inicio de este inicio de verano. Para agravar una situación ya de por sí complicada, alrededor de las 17:00 se declaró un nuevo foco en el mismo municipio, en Cepedelo.

De confirmarse la superficie provisional, se colocaría por delante del registrado en Verín esta misma semana en una zona paralela a la autovía de las Rías Baixas A-52 que, de hecho, estuvo cortada varias horas.

En la zona del incendio, de difícil acceso y a unos 1.600 metros de altura, trabajan medios aéreos y ha supuesto el trabajo de un importante número de medios terrestres, entre ellos, seis agentes, veinte brigadas, diez motobombas y dos palas bulldozer.

Intencionalidad

Fuentes de la Consellería do Medio Rural han apuntado a la presunta "intencionalidad" del incendio, que tuvo hasta cinco focos diferentes y en unas horas "en la que los medios aéreos apenas pudieron trabajar", debido a la hora en que se inició, momento con poca visibilidad.

Por su parte, el alcalde de Viana do Bolo, Secundino Fernández, ve "clara" la intencionalidad de los incendios registrados en el municipio: "Está claro que buscaban una repercusión ecológica y medioambiental. Y económica, también". El regidor no tiene dudas al respecto al haberse declarado "en una zona boscosa de mucho valor".

Así, ha echado la vista atrás y ha recordado que hace "pocos años" un gran incendio ya calcinó buena parte de "la riqueza maderera" del municipio. "Y ahora, la parte que quedó sin arrasar, fue la que buscaron", ha aseverado.

Viana do Bolo, además de este incendio, registró "otros tres más en distintas parroquias" --Pexeiros, Froxais y Rubiais--, aunque de menor intensidad: "No fueron tan graves como este (el de Vilardemiro), pero está claro que parece que se pusieron de acuerdo para plantar el fuego".

Prohibición de la caza

La Asociación Animalista Libera cuantifica en centenares el número de víctimas entre los animales silvestres como consecuencia de los fuegos presumiblemente intencionados que se están reproduciendo en la comarca de Viana do Bolo.

La entidad recuerda que parte de estos incendios provocados tienen como finalidad la búsqueda de pastos para la ganadería o alejar a determinadas especies, como lobos o jabalíes, de las zonas agroganaderas, por lo que las autoridades deberían fijar su atención en actuaciones preventivas con más medios técnicos y humanos.

Como proposición, ha reclamado a la Xunta de Galicia la prohibición de la caza durante una década, para evitar que la reproducción de fuegos forestales intencionados tenga esta finalidad y superando el plazo actualmente legal de tres años que en no pocas ocasiones ni tan siquiera se cumple por "informes" de la Consellería de Medio Rural que permiten cazar antes de ese periodo.