En el mismo lugar y casi a la misma hora, en días consecutivos. Efectivos de extinción y agentes de la Guardia Civil de Tráfico tuvieron que regresar ayer a Pentes, en el municipio de A Gudiña, por un nuevo incendio forestal junto a la N-525 y la A-52 -ardieron 2,5 hectáreas en el foco registrado el lunes-, que levantó una densa humareda con riesgo de afectación para la circulación de ambas vías. El incendio comenzó a las 17.28 horas a la altura del kilómetro 136 de la autovía.

Un fuego iniciado a las cuatro y media de la tarde -hora portuguesa- en Vilar de Perdices, Montealegre, en territorio portugués, se aproximaba a Cualedro y era visible desde varias zonas de la comarca de A Limia. También fue necesario movilizar varios medios de extinción, tanto terrestres como aéreos, para sofocar un fuego declarado en Padrenda.