El presidente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, Luis Fernández Guitián, considera que la crisis del coronavirus, que está condicionando y cambiando los hábitos de la sociedad, "no va impactar ni empañar en gran medida el efecto de arrastre que supondrá la declaración" del territorio que representa como Patrimonio de la Humanidad, a mediados de 2021, al tratarse de "una zona del interior, que no se encuentra masificada". Precisamente, "ese puede ser uno de sus atractivos", como alternativa. Ahora mismo "hay gente que está reservando viviendas turísticas en aldeas, para pasar aquí el verano".
Fernández Guitián admite que el turismo de la Ribeira Sacra "puede sufrir las consecuencias del coronavirus, pero en menor medida que zonas masificadas como la franja costera".
El presidente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra también confía en que antes de los 12 meses que faltan para la declaración, se descubra una vacuna o un tratamiento eficaz contra el Covid-19, con lo que la zona "incluso podría salir reforzada, si los ciudadanos abren su sensibilidad a otros valores, como la naturaleza, el paisaje, la riqueza patrimonial, la gastronomía y la enología". También destaca que la provincia de Lugo, en la que se encuentran muchos de los municipios de la Ribeira Sacra -salvo la Mariña-, fue una de las que ha tenido menor nivel de contagio de toda España, y la incidencia en la zona ourensana "también ha sido muy baja". El problema se ha concentrado, sobre todo, en las residencias de personas mayores de la ciudad de Ourense y de Celanova".
La declaración de la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad, por parte de la Unesco, se realizará en el mes de julio de 2021. Este año está previsto que la declaración recaiga sobre el Museo del Prado, el Parque del Retiro y otros museos del entorno de Madrid.
La Xunta de Galicia está realizando la puesta a punto del territorio, mediante inversiones del Plan Galicia, por medio de varias consellerías. Inspectores de la Unesco visitarán la zona en el mes de octubre.
