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Las denominaciones de origen confirman que han recuperado las ventas de vino

Presidentes y técnicos reconocen que "las cosas van mejor de lo esperado", pero temen que se pueda producir un retroceso - Las bodegas cuentan con un 20% de excedentes

Viñedos de la denominación de origen de Valdeorras. // FdV

Las denominaciones de origen gallegas reconocen que han recuperado las ventas de vino "mejor de lo esperado", pero temen que se pueda producir un retroceso, ante la posibilidad de que puedan producirse nuevos rebrotes y restricciones de movimientos o actividades. Las bodegas mantienen sobre un 20% de excedentes, correspondiente a los meses que han permanecido cerradas por el confinamiento, que esperan ir colocando en el mercado de forma gradual.

Las denominaciones de origen agradecen el respaldo que les dará al sector la Consellería de Medio Rural, para comprar la producción de esta cosecha, a "un precio equilibrado", pero advierten sobre el problema de que algunas de ellas "no disponen de espacio físico para hacerlo, por lo que lo tendrán difícil. Esas cuestiones no se resuelven de un mes para otro".

Tienen la previsión de que las cosechas se moverán en la franja del promedio histórico de cada una de las denominaciones de origen gallegas, pero advierten de que "esto va a depender mucho de la climatología". Las altas temperaturas que se están registrando no favorecen la campaña. "A partir de los 32 grados, la planta deja de trabajar. Cuando el calor es muy elevado, la cepa empieza a chupar de las uvas para mantenerse".

El presidente de la denominación de origen de Valdeorras, José Luis García Pando, confirma que "el incremento del consumo se ha notado, ha experimentado un crecimiento importante, pero estamos muy preocupados porque se puedan producir rebrotes y volvamos para atrás. Si tenemos dos o tres meses más sin consumo, eso si que nos mataría ya, definitivamente".

De momento las bodegas de las denominaciones de origen gallegas han aguantado el tirón, pese al cierre forzado de la hostelería, con la ayuda del consumo doméstico, a través de los supermercados. En algunos casos, se limitaron a recurrir a Ertes para paliar la situación. "Hemos tenido que cambiar el chip, reorientando parte de la producción hacia los supermercados", en lugar de canalizarla casi toda hacia la hostelería, como era habitual hasta la declaración del estado de alarma.

García Pando reconoce que las denominaciones de origen gallegas "teníamos muy poco recorrido en supermercado, alimentación y grandes superficies, por lo que lo hemos tenido que reorientar hacia ese canal, que fue el único que ha funcionado durante el confinamiento".

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