El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome activó ayer lo que él llama "los guardianes del tiempo", una especie de vigilantes que tendrán que garantizar que en cada servicio, los funcionarios cumplen el cronograma que se ha consensuado con ellos previamente, para sacar adelante proyectos, licencias y cualquier proceso burocrático.. Si estos trabajadores incumplen esos plazos sin justificación objetiva para ello "abriremos expedientes por bajo rendimiento a esos trabajadores municipales que rebasen esos tiempos". Ese control de rendimiento lo harían funcionarios eventuales o bien personal de confianza del propio Gobierno local

La Junta de Personal, del Concello ha mostrado nuevamente su alarma por esta medida cuando antes de sancionar, afirma, habrá que cubrir los puesto de unos 300 funcionarios vacantes, pues multitud de áreas tienen déficit de personal.

También desde la oposición el portavoz municipal de Ciudadanos, José Araújo lamentaba ayer las palabras del alcalde "La mayoría de los funcionarios cumplen con su trabajo y el regidor no debe demonizar ni culpabilizarlos de su mala gestión. En Ourense no hay bajo rendimiento sino mala organización", explica, y considera que DO solo intenta "tapar sus fallos" culpando a otros de ellos pues cuando está a punto de cumplirse un año de gobierno no hay proyectos en marcha.

Pero Gonzalo Pérez Jácome ratificaba que esta idea, se ponía en marcha ayer mismo, lunes 1 de junio, y argumentó que "al igual que las máquinas se atascan constantemente" también ocurre con el funcionamiento del Concello y necesita "persona que salgan al rescate".

Ese será el objetivo de esta nuera figura ignota como tal en otras administraciones españolas de los "guardianes del tiempo", con los que Gonzalo Pérez Jácome espera que "todo fluya" y se puedan acabar con "esa herencia de descoordinación y parálisis de los últimos diez años en el Concello de Ourense".

Una necesidad de mejora casi fabril en este caso, según argumentó el regidor ayer que comparó las dependencias municipales con una fábrica de la que "en vez de salir 100 coches al día lo hacen tres". El vigilante sería por tanto ¿como un encargado de fábrica?.

Fuentes de Democracia Ourensana justificaban también este anuncio del alcalde en una situación de carencia de personal pues el parón de la pandemia, ha impedido contratar a 50 TAC, técnicos de administración, desde arquitectos, abogados, ingenieros, para agilizar servicios de Concello,y con ellos la tramitación de expedientes, licencias etcétera.

Mientras el alcalde recurriendo nuevamente al inglés, para poder justificar esa fechas límite de trabajo lo que llama "dead lines" que "del mismo modo que un policía o cámara controla las infracciones de tráfico, el Concello no puede estar más tiempo con expedientes que duermen en los laureles". afirma. Será además , según subraya, " estricto con las fechas límites y se aplicarán expedientes por bajo rendimiento a aquellos trabajadores del Concello que atraviesen las mencionadas fechas límites o "líneas muertas".