El alcalde de Baltar, José Antonio Feijóo, tacha de "vergonzosa e incalificable actuación de manipulación política" que a su Concello no se le respondió aún a la solicitud de apertura de la frontera con Portugal, teniendo en cuenta que más de 20 trabajadores locales que la cruzan antes recorrían 10 kilómetros y ahora 200, y en cambio se anuncia la apertura de la frontera para Calvos de Randín.

El día 13 de mayo el Concello de Baltar tomó el acuerdo de solicitar a la Subdelegación de Gobierno la apertura de su frontera con el país luso, argumentando intereses agrícolas, ganadero, económico y sobre todo por los trabajadores que tienen que cruzarla haciendo un mayor recorrido a causa del estado de alarma. Apunta el regidor que hay perjuicios económicos, sociales, comerciales, y hasta la fecha no se les dio respuesta a su petición pero en cambio se anunció la apertura de otra frontera "con otro color político", la de Randín.

Feijóo asegura que no está en contra de ello pero destaca que ese ayuntamiento cuenta con un movimiento "infinitamente inferior" comparado con el que tiene Baltar. Y, señala, "uno se siente impotente ante esta injusticia".