La Guardia Civil de Tráfico hace un llamamiento al "sentido común" en el inicio de la vuelta a la normalidad tras detectar el pasado fin de semana a cuatro conductores que circulaban con elevados índices de alcoholemia, lo que se traduce en infracciones muy graves.

La tasa más alta fue recogida en O Barco, donde fue interceptaron un vehículo que circulaba en zigzag por la carretera de A Pobra. El conductor, un vecino de Viana do Bolo, de 38 años y que circulaba sin cinturón de seguridad, arrojó sendos resultados de 1.30 mlg/l y 1.23 mlg/l en las pruebas de alcohol, lo que supone quintuplicar la tasa máxima permitida. Las diligencias serán trasladadas al Juzgado de O Barco, por tratarse de un delito contra la seguridad vial. En los accesos a la capital fueron detectados dos conductores ebrios a las 21.00 horas del domingo: un vecino de Ourense de 65 años que circulaba por la OU-150 con 0,70 mlg/ y 0.74 mlg/l, casi el triple de lo permitido, y un ciudadano brasileño de 34 años, en la carretera de Barra de Miño con 0.70 y 0.65 mlg/l.

Otro conductor de 55 años con domicilio en Segovia, fue interceptado en Vilar de Barrio con 0.68 mlg/l y 0.62 mlg/l.