Ourense se adelantó ayer al verano, con temperaturas máximas de 33 grados en la ciudad, que la colocaron, junto con Pontevedra, entre las más altas de Galicia y dibujaron un paisaje urbano y ribereño marcado por la presencia de un mayor número de personas en las la terrazas y la llegada de los primeros bañistas a las riberas fluviales, para resarcirse de esos dos meses de obligado encierro en casa.

Las previsiones, que otorgaban ayer la máxima gallega de 34 grados a Ourense se equivocaron, y fue Campolongo en Pontevedra el municipio que alcanzó máximas de 34.5 º a las 17:50 de ayer, seguido de Salceda de Caselas, también en Pontevedra con 33.5 º; Sanxenxo (PO) con 33.1 grados y, casi a la par, la estación meteorológica de Ourense-Estación, en el barrio de A Ponte, donde se alcanzaban los 33 grados centígrados a las 17:20 horas de ayer.

Las temperaturas seguirán siendo ya totalmente estivales, -pese a las restricciones del Covid-19 para poder darse el primer chapuzón en una piscina- durante toda la semana y se prevé que el jueves, día 28 de mayo, Ourense alcance los 36 grados de máxima.

27º de diferencia en un día

Pese a esos picos estivales que están ayudando a disfrutar aún más de la fase II de la desescalada, las oscilaciones térmicas fueron en la misma jornada y en la misma provincia de Ourense de casi 27 grados de diferencia. Así frente a esas máximas provinciales de 33 grados de ayer en la ciudad, horas antes, a las 7.20 de la mañana, el concello ourensano de Xinzo registraba mínimas de 6,2 grados.

Esta paulatina despedida de la primavera menos agresiva que se recuerda dejó no solo una refrescante postal de bañistas fluviales, sino que a corto plazo el tiempo se mantendrá con una alternancia de cielos con nubes y claros "con momentos poco nublados o despejados. y temperaturas que serán muy altas para este periodo" indica MeteoGalicia. Habrá además "mínimas que ascenderán moderadamente e máximas sin cambios y el estado de calidad del aire se prevé que cambie a admisible" avanza.