La pandemia ha afectado a todas las esferas de la vida y el confinamiento obligó a aplazar incluso el día más importante. Hay novios que activaron un plan B y C para reprogramar fechas en función del nivel de normalidad que se vaya recuperando. Algunos aplazaron a 2021 y otros enlaces, paralizados tras la declaración del estado de alarma, se retomarán en las próximas semanas si la voluntad de los cónyuges se mantiene. La fase 2, en la que Galicia ingresará el lunes 25 de mayo, permite las bodas a mitad de aforo, con un máximo de 50 personas en lugares cerrados y 100 en abiertos. Las mismas directrices se aplican, en el ámbito religioso, a bautizos y comuniones, sumado a un aumento del aforo permitido en los templos desde el 30 de la actual fase 1 al 50%.

El Concello de Ourense celebró su última boda civil antes de esta crisis el propio 14 de marzo. De hecho, esa jornada se oficiaron cuatro. El lunes, a las 13.30 horas, acoge la primera de la desescalada. Solo podrán asistir al salón de plenos cónyuges y testigos. Se usarán mascarillas y habrá gel desinfectante. Se limitará el mobiliario -se estudia retirar incluso las sillas- así como el contacto con papeles y documentos para evitar contagios. El concejal elegido para conducir esta ceremonia es Manuel Álvarez (DO), responsable del área de Servicios Generales.

Cerca de una veintena de enlaces previstos en el ayuntamiento quedaron pospuestos por la irrupción del virus. Varios se anularon hasta que sea posible que los invitados vengan de otras provincias, o también por temor a un rebrote. En el camino a la nueva normalidad será preciso reubicarlas -en función de la necesidad y la entrega de documentación en trámite por parte del juzgado-, limitar el aforo y separar más los señalamientos, de modo que haya tiempo suficiente para poder desinfectar.

En el juzgado no se celebrará ningún enlace antes del 5 de junio y tampoco está garantizado que esta sea la primera fecha: una de las dos bodas previstas se ha suspendido. La intención de la jueza de Instancia 2, la que autoriza los enlaces tras el informe de Fiscalía y el expediente en el Registro Civil, es reorganizar la agenda para reducir el número de señalamientos, permitir desinfección entre un acto y el siguiente y evitar aglomeraciones. El día de enlaces seguirá siendo el viernes. En la sala solo podrán acceder los contrayentes y los testigos, o un máximo de tres personas más siempre que exista una causa justificada.

Lleno para banquetes en 2021

Restauradores como José Antonio, Pana, de Estrela do Val -capacidad para 300 personas en las bodegas Franco Basalo, en Castrelo do Val-, tienen pospuestos los eventos de mayo a julio hasta el año que viene -"los novios prefieren eso antes de no saber si podrán tener a invitados que viven en otras provincias en su día más importante", dice-, o no antes de agosto, cuando este hostelero celebrará 12 banquetes nupciales, "con todas las garantías", sumando viernes y domingos. "Son más que las de un agosto normal y el año que viene lo tenemos prácticamente lleno", afirma este hostelero.

En las iglesias, según explica el vicario de pastoral, Francisco Pernas, "las bodas se pueden hacer siempre que los novios lo acuerden con el párroco y teniendo en cuenta las condiciones de aforo y las medidas de higiene. Por ejemplo, las arras y anillos solo las pueden manipular ellos y hay que mantener distancias prudentes y, si no es posible, usar mascarilla". Cree que hasta julio o agosto no repuntarán. La fase 2 recupera bautizos y comuniones. Las segundas "decidimos que a partir de julio, y los bautismos se harán cuidando las medidas higiénicas necesarias, sobre todo en las unciones".