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Nueve meses de cárcel por vulnerar una orden de alejamiento pese a las alertas de su pulsera telemática

Entró en el pub donde estaba la víctima, la miró y cuando ella se marchó la llamó con número desconocido

El juez adscrito a los juzgados de lo Penal de Ourense, Ricardo Pailos, celebró ayer dos vistas a puerta cerrada en el número dos. Estos juicios no se aplazaron al tratarse de causas con preso, una de las excepciones de urgencia que mantiene la justicia en su trabajo bajo mínimos en el estado de alarma. Uno de los asuntos ya tiene sentencia porque el acusado mostró su conformidad a un acuerdo entre el fiscal y la defensa. Nueve meses de prisión por quebrantar una sentencia que le impedía comunicarse o aproximarse a su expareja.

El 30 de agosto de 2019, el hombre fue condenado en firme por el juzgado de Instrucción 3 de Ourense por la comisión del mismo delito. Asimismo, el 29 de noviembre volvió a ser condenado por el mismo tribunal y la misma infracción.

Reincidente

Esta tercera sentencia en su contra, que ayer aceptó con la conformidad -compareció por videoconferencia desde prisión-, suma a su historial un nuevo quebrantamiento. El 8 de junio de 2019, el acusado fue condenado por amenazas. La juez de Instrucción 3 -el juzgado de violencia machista- le impuso, entre otras penas, la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de su expareja, así como comunicarse con ella durante un año. Dicha restricción debería cumplirla hasta el 6 de junio de 2020.

Pero la madrugada del 21 de diciembre de 2019, pese a que el varón llevaba una pulsera telemática para controlar el cumplimiento de la pena que lo avisó de que se estaba aproximado a la mujer, entró en un pub de la calle Juan XXIII, donde estaba la víctima. Permaneció jugando al futbolín y bebiendo, mirando en todo momento a la perjudicada, que optó por salir del local y llamar al centro encargado de controlar el sistema de vigilancia.

Otras 8 llamadas más

Más tarde, la mujer recibió una llamada desde un teléfono desconocido, percatándose al descolgar de que era el acusado. La víctima acudió a la comisaría a presentar una denuncia. El hombre la telefoneó ocho veces pero ella no contestó.

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