Un grave caso de violencia machista llevará a juicio en los próximos meses a R. V. G., un hombre acusado de intentar asesinar a su expareja, a la que no podía acercarse por una orden judicial de alejamiento pero cuyo domicilio presuntamente seguía frecuentando. El encausado sigue en prisión. La fiscal solicita 15 años de cárcel.

El 14 de julio de 2018, el Juzgado de Instrucción 1 de Ourense prohibió al presunto agresor acercarse a menos de 300 metros de su expareja, así como comunicarse con ella. Presuntamente, el individuo seguía acudiendo al domicilio de la víctima, del que tenía llaves, casi todos los fines de semana.

La madrugada del 15 al 16 de diciembre de 2018, la víctima regresó a su domicilio en Ourense, donde se encontró al acusado. Según la Fiscalía, se inició una fuerte discusión, la mujer le pidió que la dejara en paz y el encausado replicó que "si no eres para mí no eres para nadie". Presuntamente, aprovechando que en un momento dado la víctima le dio la espalda, "de manera sorpresiva y evitando cualquier posibilidad de defensa", cogió un albornoz "y con clara intención de acabar con su vida" le enroscó la manga al cuello, la tiró al suelo, se colocó a horcajadas sobre ella y apretó mientras decía: "Chula, ahora dime". La mujer, que notaba cómo se quedaba sin aire, trató de librarse con sus manos del ataque de su agresor.

Posteriormente, según el escrito de acusación de la fiscal, el varón la giró boca abajo, apretándole la cabeza contra el suelo y continuando a horcajadas encima de su cuerpo. La víctima notó la falta de aire y la pérdida de fuerza en las manos, pero no llegó a perder la consciencia. Consiguió en un momento dar una patada a una mesa de cristal. El individuo se levantó y la víctima aprovechó para llegar gateando a la puerta de la calle y pedir auxilio. La víctima sufrió varias fracturas graves y estuvo dos días hospitalizada.

Dos testigos protegidos

La fiscal califica los hechos como un delito de asesinato en grado de tentativa -14 años de prisión y 18 de alejamiento-, con las agravantes de género y de parentesco, en concurso real con un delito continuado de quebrantamiento de medida (1 año de prisión). Solicita 1.680 euros de indemnización para la víctima por las lesiones más 6.000 por el daño moral. Para el acto del juicio propone el interrogatorio de dos testigos protegidos, además del acusado, la víctima, policías o forenses.