"Veño moi contenta con todos, e ademáis non me doe nada". Aurora, de 92 años, no dejó de saludar con su mano afablemente durante la despedida de la residencia integrada de mayores de Os Milagros, en Baños de Molgas, mientras el personal sanitario que la había atendido durante las dos últimas semanas la aplaudía con ganas y una indisimulada emoción.
Ella es una de las personas mayores que ayer recibían las primeras 19 altas en la residencia integrada de Os Milagros, en la que fueron ingresadas a finales de marzo, con la pandemia azotando con especial virulencia a los ingresados en residencias, como las de la San Carlos de Celanova o la de Castro Caldelas. Eso movió a la Xunta a centrar y tutelar la atención a los que habían dado positivo en coronavirus, en un nuevo centro integrado ubicado Os Milagros, en el municipio ourensano de Baños de Molgas, donde hubo que montar todo en en tiempo récord para acogerlos.
Estas altas de ayer fueron la luz al final del túnel en una provincia que ayer registró 3 nuevos fallecimientos por coronavirus, uno en el CHUO, otros dos en geriátricos. Todos ellos mayores y con patologías previas. El número de positivos subió en 24 horas de los 1.129 del sábado a los 1.154 ayer.
"Fue un trabajo muy duro"
"Ha sido un trabajo muy duro, pues nos encontramos con un edificio en el que aún no había ni cableado, fue necesario montarlo todo y luego se instalaron hasta 50 camas y se dotó personal para atender a estas personas, pero hoy es un orgullo, dar el alta a estos mayores y poder enviarlos a su entorno natural, que es el lugar en el que viven el resto del año" explicaba ayer Álvaro Castro.
Este médico de atención primaria es uno de los miembros de ese equipo que, junto con Ana Gómez, enfermera y Mercedes Pulgar, enfermera y trabajadora Social del Hospital Universitario de Ourense, y residentes de medicina familiar y comunitaria de último año de Ourense, contratados ya como especialistas, fueron capaces de sacar adelante a estos abuelos y abuelas con auténtico "coraje de vivir" y que han contado con el coraje también de todo el equipo médico visiblemente satisfecho ayer de poder firmar este elevado grupo de altas.
"Perdoen, oio moi mal pero estou moi contenta. Atendéronme moi ben alí e aquí", explicaba Aurora, de regreso ya a su residencia de Castro Caldelas, donde tras la pandemia llegaron a quedarse solo con 3 usuarios, (con Aurora ahora ya son 4) mientras el resto se recupera en otros centros. Los otros 18 mayores que han recibido el alta ayer en este centro ayer irán a la residencia San Carlos de Celanova, donde vivían.
Miguel Vázquez, director de este CRECI de Os Milagros, Centro Residencial Integrado de Cuidados Intermedios, que es el primero en su género creado en el mundo para luchar contra el Covid-19, afirma que llegaron a tener 56 pacientes, y ayer quedaban 28.
