El cierre de los centros escolares y el parón laboral que ha dejado sin ingresos a muchos autónomos o personas sin salario fijo, que solo percibían remuneraciones por horas trabajadas, ha cambiado ya en los primeros días de cuarentena el perfil del usuario de los servicios sociales y el número de menús del que ofrece el comedor de Cáritas, y ahora también albergues del Concello.

"En nuestro comedor social se ha disparado el número de menús que rondan los 350 al día, incluso también más desayunos y más menús y otros alimentos enviados a casa para familias con niños", explica Ángel Feijóo Mirón, delegado de la mencionada entidad diocesana Caritas.

La cifra final ronda ya los 400 menús diarios de tipo social, al sumarse al comedor de Cáritas, las personas que el Concello de Ourense atiende en el Albergue de Transeúntes y el albergue de peregrinos, que le ha cedido la Xunta para acoger a personas "sin techo", al estar suspendido cualquier tipo de uso turístico o de viajeros del mismo. Estos dos albergues para transeúntes abren ahora las 24 horas del día, con desayuno, y Aixiña les prepara las comidas y cenas para ellos.

Ángel Feijóo Mirón afirma que en cuestión de días y relacionado con esta caída del mercado laboral, que está afectando de manera especial a las personas sin nómina, como algunas de servicio doméstico que cobraban solo por horas, "el perfil está cambiando de forma drástica, pues al no poder salir a trabajar, se incorporan gente que antes no estaba en la lista de pobreza", advierte.

No estigmatizar a los niños

En estos momentos la media de desayunos solo en el comedor de Cáritas subió hasta más 20 diarios, cuando antes era casi insignificante . Pero la subida de los menús se ha debido a "esas familias que vienen a recoger o bien se le envían a casa los menús, para que coman ellos y esos niños que ya no cuentan con almuerzo gratuito en los colegios, y cuya familias no tienen recursos", indica el delegado de Cáritas.

Familias con menores que ni ahora ni antes de esta crisis sanitaria acudían al comedor social, pues para no estigmatizar a los niños se le enviaban los alimentos a sus domicilios.

Solo un comensal por mesa

Otra de las novedades que ha generado el imperativo para prevenir contagios, es que hay al menos tres turnos de comida al mediodía en el comedor social de Cáritas para que en cada mesa se instale un solo comensal. "Es una recomendación sanitaria que seguimos, lo que nos obliga a empezar casi a las 11.30 de la mañana a dar el primer turno de comidas" advierte Feijóo Mirón.

La concejal de Servicios Sociales, Eugenia Díaz Abella, reconoce que "estamos enviando mucha gente estos días al comedor de Cáritas; personas que nuestras trabajadoras sociales evalúan como sin recursos, con niños que han quedado sin menús al cerrar los colegios".

A cambio los transeúntes del albergue ya comen en ese hogar y no en Cáritas, reciben durante este periodo especial las tres comidas del día. El centro está abierto al igual que el albergue de peregrinos para acoger "sin techo", las 24 horas y los usuarios deben respetar el confinamiento. El número de usuarios es fluctuante, con 18 en un centro y hasta 14 en otro como máximo , guardando la distancia sanitaria y con una habitación aislada por si a alguno le sube la fiebre.