Ya en el siglo XIII la villa de Ribadavia contaba con un hospital que estaba ubicado en Santiago de Alén, al otro lado del río, en el entorno de la actual iglesia de San Francisco, y que pertenecía a los monjes de Oseira, entonces los encargados de la vida espiritual de Ribadavia. Pero no fue el único y uno de ellos se convirtió en lo que en la actualidad es conocido como el Asilo de Ribadavia, una residencia de ancianos que acoge a 57 usuarios y en la que tienen preferencia los empadronados en la capital del Avia.

Las noticias más antiguas sobre los hospitales de Ribadavia son del siglo XIII y con anterioridad, a finales del siglo XII, existía un lazareto en el entorno de San Lázaro. Dicho centro conocido también como malataría, más que un hospital era un espacio de reclusión para dichos enfermos, tratando de evitar el contagio de los leprosos al resto de la población.

También hay referencias de otro junto a la iglesia de San Juan, de la orden de Malta, que al parecer no tenía mucha actividad, por lo cual el ayuntamiento se hizo cargo de él y lo revitalizó en el siglo XVI mediante una donación del sacerdote Bartolomé Yáñez. De Nuestra Señora de los Ángeles formaban parte el ayuntamiento y los superiores de los conventos de San Francisco y Santo Domingo. En el siglo XVII el municipio encomendó su gestión a los Hermanos Obregones, frailes enfermeros que mejoraron sensiblemente las condiciones asistenciales y económicas del centro.

Un siglo después, hubo nuevas donaciones de José Salgado Moscoso y José Mera y Soto para el hospital en sus testamentos.

Pero en el siglo XIX, la Desamortización de Mendizábal (1836), que incautó las propiedades de las órdenes religiosas y expulsó a los frailes de sus conventos, privó al hospital de la asistencia de los superiores franciscanos y dominicos, por lo que se encontraba en un estado deplorable tanto su gestión como el edificio (hoy la sede del consello regulador de O Ribeiro). Entonces el juez Viñas tramitó diligencias ante el gobierno nacional para trasladarlo al exconvento de Santo Domingo, donde se encuentra en la actualidad ya convertido en un geriátrico, el Asilo de Ribadavia, y al que tanto cariño le tienen los vecinos. Está en el centro de la villa, por lo que tiene lista de espera para poder ingresar en el.

Durante la gripe de 1918, conocida fuera de nuestras fronteras como "Gripe Española" que tuvo tremenda incidencia en la villa, fue necesario ocupar el teatro municipal, ubicado también en dependencias del exconvento, para acomodar allí a los numerosos enfermos.

En este geriátrico, que nació como hospital, en el siglo XX tenían prioridad los pobres de Ribadavia y transeúntes y peregrinos, y la última congregación que lo regentó fueron los franciscanos. Actualmente solo las personas que tienen medios pagan una cuota por estar ahí.

Intentos de ampliación

Hace más de 20 años que desde el Concello de Ribadavia se intenta gestionar una subvención para su ampliación, pero sin éxito, ya que está pendiente la legalización del centro. Y al tratarse de un inmueble declarado Bien de Interés Cultural, BIC, no se pueden hacer todas las reformas que exige la Xunta a las residencias de mayores. Este asilo cuenta con un terreno en el que había intención de ampliar las instalaciones y albergar toda la demanda existente, pero requeriría una importante inversión que de momento no existe a pesar de herencias y donaciones recibidas.

Actualmente está en manos del Patronato de la Fundación Hospital-Asilo Nosa Señora de los Ángeles, al que pertenece el Concello.