Militares de la Brilat regresaron ayer a la ciudad de Ourense para reforzar las vigilancias en calles del centro, junto a la Policía Nacional, con el objetivo de garantizar el cumplimiento del estado de alarma por la emergencia sanitaria del coronavirus. Cuarenta efectivos de la unidad colaboraron con los agentes de la comisaría, coordinados por el jefe de Seguridad Ciudadana, José Manuel Barbero. La explanada de la sede policial de As Lagoas acoge el puesto de mando del destacamento militar que acude a la provincia de Ourense para llevar a cabo labores de vigilancia e información a la población -una tarea de la Brilat- pero también de desinfección en lugares como las residencias de ancianos, una labor que lleva a cabo la UME.

El desplazamiento de la Brilat a Ourense, el segundo desde la declaración del estado de alarma, ayudó a controlar mejor la mayor afluencia de ciudadanos registrada ayer por las calles del centro de la ciudad, como Paseo y Juan XXIII, en parte por la salida de mayores a las oficinas bancarias que permanecen abiertas al público centralizando la atención; jubilados que acuden a cobrar la pensión, que se ingresó a día 25. Fuentes del sector bancario explican que "en los últimos días hemos estado avisando a los mayores para que acudieran a los cajeros o esperaran unos días, para cobrar la pensión, con el objetivo de que hoy no acudieran todos a la vez". Las mismas voces explican que también abundan los casos en los que el hijo o un familiar directo realiza la gestión por ellos acudiendo con la tarjeta a un cajero.

La comisaría de Ourense llamó ayer, una por una, a todas las entidades bancarias para diseñar el operativo conjunto con la Brilat teniendo en cuenta las oficinas abiertas a la atención al público, pues el resto permanecen cerradas, con el personal trabajando en el interior o desde casa.