La nueva realidad que impone la pandemia del coronavirus está estableciendo rutinas que nos hubieran parecido inimaginables, más propias de una distopía, y provocando situaciones extrañas, históricas. En Ourense patrullan desde ayer efectivos de la Brilat, en el marco de la operación 'Balmis', con la que el Ejército se une a las fuerzas de seguridad para garantizar el cumplimiento del estado de alarma. Una treintena de efectivos llegaron a la ciudad de As Burgas a mediodía y empezaron a desplegarse por las principales calles y lugares estratégicos, como las estaciones. Su función es informar a los ciudadanos y avisar a la Policía cuando detecten incumplimientos, para que los agentes denuncien o practiquen detenciones si es el caso.

Desde la declaración del estado de alarma el sábado, como medida para luchar contra la expansión del coronavirus SARS-CoV-2, la Policía Nacional ha impuesto una veintena de denuncias por incumplir las obligaciones que exige esta situación extraordinaria. Fuentes de la comisaría relataban ayer uno de los últimos casos en los que se vieron obligados a imponer una multa, cuya cuantía será fijada por la Subdelegación del Gobierno, en este y en el resto de los casos. "Hay personas que usan pillerías. Un ejemplo es un hombre que llevaba el cartón de un medicamento y aseguró que venía de la farmacia. ¿Dónde tenía la medicina? Dijo que se la había olvidado, así que fue acompañado hasta la farmacia y allí se comprobó que no había estado, con lo que fue sancionado", describen las fuentes policiales.

Multa por ir a "buscar un bar"

Ayer mismo a mediodía, otro hombre fue sancionado por agentes de la comisaría porque había salido a la calle y la excusa que dio es que estaba "buscando un bar".

Pese a estos casos aislados, la gran mayoría de la sociedad está pensando en el bien común y acatando las restricciones de derechos que impone el estado de alarma para priorizar la contención de la pandemia. La Policía Local está trabajando en turnos de 12 horas e intensifica los controles en la calle para detectar los comportamientos incívicos. Desde anteayer utiliza mensajes por megafonía desde los coches patrulla para concienciar a los ciudadanos. La Policía Nacional también dispone de grabaciones. En la comisaría de Ourense destacan la "gran voluntad" de los efectivos. Los agentes de estos cuerpos y de la Guardia Civil extremen las medidas de precaución, con guantes y mascarillas si es necesario, guardando las distancias siempre que sea posible en su actuación.

"Estamos primando la preservación de la salud de las personas y que la gente se conciencie de la gravedad de este asunto, y que colabore", destaca la comisaría. Para reforzar este objetivo y colaborar con las fuerzas de seguridad han llegado los militares a Ourense, como a otras decenas de ciudades.

Según explicaba ayer la Brilat en un comunicado, el contingente tiene el objetivo de "reconocer las zonas más conflictivas, infraestructuras críticas y establecer un enlace sólido y eficaz con autoridades locales y fuerzas y cuerpos de seguridad para facilitar sus cometidos de presencia y vigilancia ante posibles incumplimientos de las medidas establecidas por el estado de alarma en las zonas de especial riesgo para el contagio".