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"Lo mejor es no tener que madrugar

La suspensión de clases obliga a una relación "on line" entre los profesores y sus alumnos que deja en vilo el futuro del curso escolar

Martín, en casa siguiendo las instrucciones de los profesores desde el ordenador. // Iñaki Osorio

Martín es también una "víctima" colateral del coronavirus que desde el lunes, y al igual que el resto de alumnos españoles, ha cambiado las aulas de su instituto por las clases desde su propia habitación. Una modalidad no presencial que le obliga "a controlar la página del colegio, ir buscando asignaturas y bajar los deberes que cada día cuelgan los diferentes profesores", explica.

Este alumno de ESO, que trata como el resto de conciliar esta etapa, extraña para todos, también para todos los padres pues en ocasiones los niños se olvidan de que esto no son vacaciones, sino un periodo especial en un momento "pésimo" al estar muy adelantado el curso académico, considera que "lo mejor es no tener que madrugar y poder organizar el tiempo a tu manera".

Lo que no hay en algunos casos es feed back comenta su madre: "Él va haciendo las tares que les van colgando en la página los profesores, pero no tiene que entregarlos ni se los corrigen, suponemos que cuando esto remate, les harán entregar el trabajo realizado", indica. Solo así podrán evaluar si han aprovechado el tiempo.

Manuel, estudiante de Bachillerato, sigue los mismos parámetros. "Es cierto que lo mejor es no tener que levantarse temprano, pero todos empezamos a echar de menos ir a clase y ver a los amigos; no sé si podremos aguantar tantos días sin salir", se lamenta.

En su caso las clases siguen también a través del class room y los deberes realizados cada día se entregan en el tiempo marcado a cada profesor. Ayer mismo realizaba un trabajo en equipo con otros dos compañeros a través de este sistema. Los profesores tienen también la posibilidad de realizar videoconferencias a través del programa hangouts de Google.

No solo de Instagram viven los niños en su tiempo libre. Algunas academias privadas, ante la inmediatez de un curso que estaba ya a punto de culminar los exámenes de la segunda evaluación previos a las vacaciones de Semana Santa, están ofreciendo a sus alumnos clases "on line" de refuerzo determinadas materias a través que ya no pueden impartir de manera presencial para que los alumnos puedan seguir haciendo ejercicios y preparándose en especial en las asignaturas de ciencias.

"La ventaja en nuestro caso es que ya habíamos dado toda la materia de matemáticas de esta evaluación, estábamos a punto de hacer el examen, por lo que lo que la profesora nos envía sobre todo ejercicios para que sigamos practicando en tanto no volvamos a clase", explica Martín. Le gusta esta modalidad de deberes. Como para todos, lo peor "está siendo no poder salir a la calle", reconoce.

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