"Para salir de la precariedad, municipalización ya de la dependencia y la Ayuda a Domicilio". Bajo esta y otras pancartas reivindicativas, un centenar de trabajadores, de los más de doscientos, en su gran mayoría mujeres, que se encargan de atener a las personas dependientes y mayores que han contratado el servicio de Ayuda en el Hogar del Concello de Ourense, se concentraron ante el edificio de la Consistorial para pedir precisamente que este servicio, pase a ser gestionado por el Ayuntamiento.

Pretenden así acabar con la precariedad que, según Mónica Márquez, presidenta del comité de empresa de este servicio, ha caracterizado en los últimos años Ayuda en el Hogar, con continuas amenazas de las empresas adjudicatarias por impago del ayuntamiento en plazo de sus servicios, o porque el dinero ya no era suficiente para hacer frente a los crecientes usuarios.

Las concentraciones de protestas serán cada día laborable hasta el 24 de marzo inclusive. Si bien el objetivo principal es en los últimos años, tras los continuos cambios de empresas concesionarias, y las diferencias con los gobiernos locales, que sea el Concello el que lo gestione, para garantizar medios suficientes para atender a esos mayores y dependientes con profesionalidad, afirman, ahora piden, ante la inminente renovación del servicio mediante un nuevo concurso público tener acceso al contenido de esos pliegos.

Según indicó Mónica Márquez, los trabajadores piden que la concejal de Asuntos Sociales les permita ver la cuantía de la oferta económica que sale a licitación.

De hecho el bajo precio máximo por hora propuesto en la anterior convocatoria de concurso público, que se hizo ya durante el gobierno municipal de Jesús Vázquez hizo que quedó desierto, porque a ninguna empresa le interesaba y no le garantizaba una cobertura en condiciones para atender a unos 565 usuarios entonces, ni era rentable para una firma privada

Por este motivo exigen ahora conocer el precio de salida, para que haya garantía de que si hay ofertas y se pulen también indican algunos puntos que complican también la adjudicación.

Uno de ellos es que pese al continuo fallo a lo largo de los meses de los usuarios, por enfermedad, vacaciones en casa de hijos etcétera, la empresa tiene que seguir pagando esas horas a los empleados que no cobra. También piden un pago ágil, pues el retraso de un solo mes por parte del Concello a la firma que resulte concesionaria, genera deudas acumuladas de hasta 300.000 euros al mes.