Ha pasado más de un mes desde que la joven ourensana Nerea Añel Vázquez fue vista por última vez en Ourense, el pasado 20 de enero. La Policía Nacional busca a esta mujer de 26 años desde el 5 de febrero, cuando su madre presentó una denuncia. Su ausencia está considerada como una desaparición no voluntaria y preocupante. Varias hipótesis continúan abiertas. Con ese amplio abanico de posibilidades trabaja el grupo investigador de la comisaría de Ourense que se encarga de este caso, la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM). Después de una primera batida hace días en el barrio de Covadonga, con la ayuda de un dron con cámara térmica y la colaboración de los bomberos inspeccionando un pozo, ayer el operativo de búsqueda se centró en el entorno de un motel de Barbadás donde la joven estuvo con un novio durmiendo. "Se continúa la investigación operativa manteniendo contacto y vigilancias respecto de personas que se mueven en el mundo marginal. Están abiertas varias hipótesis, en las que se combinan tanto la vía de búsqueda de la persona sobre el terreno, en el último punto donde fue vista supuestamente por última vez, y las vías de investigación sobre lugares frecuentados", explican fuentes policiales.

Dos perros y tres guías caninos de la Asociación del perro de Salvamento de Galicia (Casaga), el recurso de búsqueda de personas desaparecidas del 112, se sumaron a efectivos de la Policía Nacional y de Protección Civil en una batida en las proximidades del alojamiento. Se rastrearon áreas de monte y pistas que atraviesan el entorno, desde las 9.30 horas de la mañana hasta el mediodía. La búsqueda finalizó sin éxito y sin encontrar ningún indicio, dijo una portavoz de la comisaría provincial.

El área de búsqueda se asignó a las distintas unidades que conformaron el operativo. Los perros adiestrados buscaron rastro de la joven en la zona más próxima al motel. Agentes de Policía se desplazaron en moto por zonas de monte, menos accesibles. Los voluntarios de Protección Civil recorrieron a pie y en todoterreno pistas del entorno de este alojamiento de Barbadás, pegado a la OU-540.

La Policía ha recabado testimonios y acudido a los lugares que frecuenta la joven, incluidos ambientes marginales. Las amistades y los familiares afirman que no es una marcha voluntaria y que "está retenida contra su voluntad". La joven mide entre 1,70 y 1,75 de altura, es de complexión delgada, tiene pelo castaño, ojos verdes y tatuajes en ambos brazos.