El Concello de Carballeda de Avia quiere evitar la entrada del gusano del pino por lo que aprovechará los trabajos de desbroce para la "aldea modelo" en Muimenta, así como los de Abelenda, para retirar todos los pinos quemados que aún quedan en este municipio y así evitar el contagio de la plaga que está afectando a otros concellos, como el de Melón con el que limita.
Explica el alcalde, Luis Milia, que entró el gusano del pino por Portugal, As Neves, A Cañiza, Melón, y toda la madera quemada "hay que quitarla". Señala que en su momento hubo un convenio con Tragsa, que pagó el Estado y en que se gastaron en Carballeda más de 700.000 euros en señalización de rutas, arreglar pistas, y especialmente en retirar esa madera quemada, y "participó mucha gente, tenían que dar autorización a Tragsa para entrar en sus fincas, pero hubo algunos que no se enteraron, y otras son fincas de desconocidos, y hay alguna mancha de pinos secos que no se retiraron".
Advierte que la ley obliga a sus dueños a retirarlos, y sino será la propia Administración quien lo haga y les pasaría el recibo. Y para evitarlo, el regidor quiere aprovechar los trabajos de desbroce en Muimenta y Abelenda, y de paso hacer este otro trabajo para que no le cueste nada al propietario. Señala que es urgente hacerlo porque esta franja está a 20 kilómetros de Portugal, y sería "algo prevención, una medida sanitaria", ya que está en las inmediaciones de Muimenta, y esos pinos "son un riego para que la plaga llegue aquí".
En la parte de Melón ya llegó y busca "tratar que no llegue a Carballeda. Nosotros ya quitamos mucha madera a través de Tragsa".
Ahora al desbrozar en Abelenda y Muimenta "encontramos fincas con esos pinos sin quitar", y está viendo "si nos ponemos en contacto con una empresa que se dedique a la miomasa y pueda triturar esta madera y llevársela. Vamos intentar, como hicimos con Tragsa, que ahora sea, en este caso la Xunta, a través de Seaga, la que se encargue de ésto y se pueda hacer en colaboración con alguna empresa que traiga la máquina de triturar". Así al vecino no le constará nada. Y es que según la ley el propietario debe retirarlos y sino la Administración lo hará y le cobrará.
Hay fincas que se desconoce su propietario pero se hace cargo el Banco de Tierras. Y los que se conocen, ahora están tratando de localizarlos, al igual que a los madereros que compraron la madera quemada para que la retiren ya si no lo han hecho aún, pudiendo ser sancionados.
