La rehabilitación de la joya del arte sacro ourensano, la iglesia de la Trinidad, datada del siglo XII y considerada la más antigua de culto en la ciudad, avanza a paso lento pero firme, y sigue descubriendo a arquitectos y equipo de restauradores, retazos de su historia. Ahora, a la aparición de una cornisa original del siglo XII, o los canalones ara la evacuación del agua, con sus tres gárgolas intactas, se suma la aparición en el interior de restos de pintura de una antigua policromía geométrica, que aparecen al retirar los retos de marmolina que ocultaban la piedra de la nave. Se cree que podría ser también del siglo XII al XIV, algunos con pigmentación de color azul lapislázuli, una piedra preciosa de la que se extrae el pigmento exótico, caro y y difícil de obtener en esa época.

"A cada paso nos encontramos algo que nos sorprende, como si la iglesia fuera relatando en cada paso una parte de su historia", explica Enrique Velasco, uno de los restauradores del conjunto.

La empresa Construcciones Abal, de Pontevedra, es la adjudicataria de este proyecto que la Consellería de Cultura de la Xunta sacó a concurso por 344.000 euros, que se hizo bajo dirección técnica de Renovatia y proyecto de Ignacio Inagera, y que se espera podría estar de nuevo abierta al público para los cultos, según la arquitecta Eva Abal, de la firma concesionaria, en Semana Santa.

Enrique Velasco, uno de los restauradores que intervienen en este meticuloso trabajo, señala que aparecieron esos restos de policromías "en las bases de pilastras y en especial en el recorrido hacia el altar; creemos que eran como un cenefa o formas geométricas".

El interior quedará ahora con piedra vista y solo se mantendrán esos pequeños restos de pintura de las policromías que quedan en determinadas juntas de la piedra "como una lección de futuro para los visitantes de todas las etapas que vivió la iglesia", advierte Velasco.

"Hay en los pigmentos abundancia de rojo, nos llama la atención esa presencia de lapislázuli y al igual que ya en el exterior, la iglesia tiene un diseño en la crestería que nos recuerda a los que rematan la Catedral de Santiago, por lo que podrían ser incluso los mismos canteros, también parte de esa ornamentación, esas pinturas, incluso simulando pilastras inexistentes podrían beber de Portugal, donde abundan este tipo de tallas y retablos con estas policromías", comenta el restaurador.

La obra de restauración de la Iglesia de la Santísima Tinidad se hace atendiendo a cuatro prioridades encargadas por la Consellería de Cultura cuando la adjudicó, como son resolver los problemas detectados en la cubierta, en los muros y en el interior del edificio y dar una respuesta a los problemas de degradación de la piedra en diferentes partes del templo.

El viernes día 21, a las 16.30, hay una jornada de puertas abiertas con los restauradores, para ver cómo está quedando la Trinidad.