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La nueva vida de Shia: una perra minusválida con una silla de ruedas

"Tiene una minusvalía por culpa de un lazo de caza", explican

Shia, con su "silla de ruedas". // I.O.

"Es feliz", dice Beatriz Míguez, representante de la perrera municipal de O Carballiño. Así es como describe a Shia, una perra de escasos seis meses que no podía andar. Sin embargo, un rescatador de perros realizó de forma "totalmente artesanal" una infraestructura para que el animal se pueda mover. La historia de Shia habla de caza, como la de otros tantos perros en el rural.

Beatriz toma la palabra: "Shia apareció abandonada en el monte de aquí de O Carballiño, por un aviso de una persona que vio a un perro arrastrándose con las dos patas por la carretera. En un primer momento pensamos que era un atropello, pero cuando vimos como andaba ya nos dimos cuenta de que era un lazo de caza. Esto le pasó cuando tenía tres meses, y pensamos que metió una pata y después la otra y quedó atrapada".

Los representantes de la perrera municipal de O Carballiño se trasladaron a Lugo para evaluar a la perra y ver cuál era su futuro. Las palabras se repiten tras la voz de Beatriz Míguez: "No va a recuperar la movilidad".

A partir de ahí, empiezan una seria de consecuencias fisiológicas que derivan en diversas infecciones e incontinencia urinaria, además de otras actuaciones sanitarias que se le tienen que realizar de forma continua. La realidad de andar sobre dos patas, condiciona su vida y desde la protectora llaman a la adopción "a toda España, aunque va a estar difícil".

Marcelo fue el diseñador de la silla de ruedas con la que el otro día Shia dio unos pequeños pasos. "No fueron demasiados, porque la pobre no sabe andar. Hay algunos perro que los lazos le cogen una patita y pueden andar a tres patas, pero es que la minusvalía que le provocó el objeto de caza no le deja caminar con tres patas, entonces pensamos en algo con lo que pudiera caminar o al menos se sintiera motivada para caminar y ahí Marcelo tiene todo el protagonismo. Es increíble lo que ha hecho", dice la representante.

La imagen de Shia arrastrándose con las patas delanteras mientras se produce heridas en la parte trasera del cuerpo causa daño. "Marcelo cogió varios tubos de plástico para elaborar de forma provisional una infraestructura con la que Shia se pudiera mover. Para ello utilizó un arnés un sillín y dos ruedas para facilitar el movimiento. De momento Shia tiene solo 6 meses y tiene que ir poco a poco, pero es una perra muy feliz".

La calidad de vida de Shia no será la misma que después de aquel tropiezo en el lazo de caza. Ahora, puede mejorar con la creación de una silla rudimentaria, pero que, al menos, puede facilitarle la movilidad y disminuir las infecciones que se produce al andar. De momento, nadie se ha interesado por Shia.

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