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Una acusada de huir con sus hijas: "Tenía miedo de que mi exmarido nos hiciera algo"

El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años de prisión por la sustracción de menores

La acusada en el Penal. // I.O.

V.L.P. se sentó en el banquillo del Juzgado Penal 2 por un delito de sustracción de menores y otro de abandono de familia por unos hechos que se remontan a 2017 cuando huyó de Barakaldo, hasta Verín y -tras un mes y medio en casa de madre, se fue posteriormente a Ribeira estando en paradero desconocido con sus hijos.

"Tenía miedo que mi exmarido nos hiciera algo", fue la contestación de la acusada por los delitos a la pregunta de su defensa por qué se fue de Barakaldo. La enjuiciada y su exmarido estaban separados por una condenada de violencia de género, vigente en febrero de 2017. Ese mes la acusada, sin preguntar a su marido, se fue a casa de su madre en Verín. Tras estar un mes y medio, según consta en autos -y la declaración de la acusada y las testigos-, se marchó a Ribeira "porque allí tenía familia". Su defensa la preguntó sobre el delito de abandono familiar. Rubén Veiga, de Xeitos Abogados, le incidió sobre si los hijos fueron al colegio. "No, los niños no podían ir al colegio, así que le di clases yo y mi hermano también", dijo la acusada. Una orden judicial del País Vasco prohibía escolar a los menores en cualquier centro de la comunidad autonóma de Galicia. Una medida coercitiva para que la enjuiciada volviera a Barakaldo y dejase ver y comunicarse a sus hijas con su padre.

La acusación particular y el Ministerio Fiscal preguntaron sobre la relación del padre con las hijas. Su padre, que declaraba en calidad de testigo, dijo que "me comunicaba cada noche con mi hija mayor por SMS, pero después de que llegaran a Verín estuve 20 días hablando con ella por SMS y alguna vez llamaba al hermano de mi exmujer y me las ponía pero poco rato. Después les perdí la pista y no me pude comunicar con ellas, porque la madre le quitó el móvil, hasta agosto que las encontraron en Ribeira".

En febrero de 2017, la acusada se marchó a Verín, donde tuvo una actitud "muy nerviosa" según relataron dos testigos familiares. El 31 de marzo, un requerimiento judicial fueron a buscar a las dos niñas a la casa de Verín donde se alojaba y la enjuiciada no estaba en la casa de su madre.

Por un delito de sustracción de menores, el Ministerio Fiscal solicita una pena de 3 años de prisión y la acusación particular, 4 años y 6 meses. Por un delito de abandono familiar, la Fiscalía pide una multa de 10 meses con una cuota diaria de 12 euros y la acusación particular un total de 10 años de inhabilitación. La defensa concluyó reclamar la "libre absolución".

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