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Absuelta tras perdonar la ex de su hermano que consultara su historial en el embarazo

La acusada, una auxiliar sanitaria, se enfrentaba al riesgo de entrar en prisión y de ser inhabilitada por mirar sin permiso los datos clínicos de la mujer, compañera de hospital

Tanto la acusada como la denunciante trabajaban para el Sergas en el hospital de Ourense. // I. Osorio

El descubrimiento o revelación de secretos está castigado con penas efectivas de prisión, pero al tratarse de un delito privado existe la posibilidad de evitar la acción penal con un acuerdo hasta el mismo instante antes del juicio. Las negociaciones entre las partes enfrentadas fructificaron y una auxiliar sanitaria del hospital de Ourense acusada de consultar el historial clínico de una compañera en diversas ocasiones durante su embarazo -había sido pareja de su hermano- se libra tras declararse arrepentida y ser aceptado el perdón por parte de la denunciante, que llevó los hechos a la justicia y ejercía la acusación particular.

El artículo 201.3 del Código Penal recoge que "el perdón del ofendido extingue la acción penal contra el acusado". Ese principio fundamentará la sentencia de absolución. El acuerdo se materializó ayer en una vista en la Audiencia Provincial de Ourense, celebrada con dos días de anterioridad a la fecha prevista en los señalamientos del tribunal. La encausada entró en la sala y, ante el tribunal, el fiscal y los abogados de la acusación particular y la defensa, se declaró arrepentida. Acto seguido entró la denunciante y aceptó las disculpas.

La sentencia será absolutoria. Antes de que se produjera el acuerdo, la Fiscalía solicitaba una pena de 3 años y medio de cárcel, 6 de inhabilitación y 2.160 euros de multa. Según relata el escrito de calificación del ministerio público, los hechos se remontan al 2016, cuando la encausada, trabajadora del Sergas en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), accedió presuntamente a los datos clínicos de la otra mujer en 7 días de 5 meses, entre febrero y julio de ese año. En alguna jornada entró más de una vez.

Sabiendo la acusada que se encontraba embarazada una compañera de trabajo que había mantenido una relación con su hermana, y que estaba siendo atendida en el servicio de Ginecología del CHUO, decidió presuntamente a su historial para conocer el estado de la mujer y la evolución del embarazo, pese a que la encausada no desempeñaba ninguna actividad profesional en ese servicio médico. Tuvo conocimiento de diversos informes clínicos de la perjudicada.

Utilizó una clave personal para poder acceder a la historia clínica de la expareja de su hermano, y lo justificó asegurando que tenía responsabilidad asistencial sobre la paciente, "con pleno conocimiento de la inveracidad de tal afirmación", subrayó la Fiscalía. La perjudicada se enteró de los accesos a sus datos, se lo recriminó a su compañera y después presentó denuncia. La Fiscalía pedía 2.000 euros por daños morales.

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