Las desavenencias de los grupos políticos del Concello de Ourense con respecto a la intermodal se mostraron de nuevo en el salón de plenos del Concello de Ourense. El grupo socialista llevó una moción en la que se pedía instar a la Xunta para paralizar las obras de la estación de autobuses y la solicitud de una reunión de la comisión de seguimiento -establecida en el convenio de 2016 entre Concello, Xunta, Adif y Fomento- para desvelar el organigrama del Ministerio de Fomento para la parte ferroviaria de la estación intermodal de Ourense.
El primer punto era simbólico, ya que las mociones no son vinculantes, pero la unión institucional podría ser el primer paso para cambiar el mayor proyecto de infraestructuras del siglo para la ciudad. El segundo repetitivo. El Concello y la Xunta solicitaron comisiones de seguimiento y diferentes representantes del PSdeG de Ourense se reunieron con el ministro José Luis Ábalos el pasado 26 de enero para solicitar una reunión que por el momento -y según pudo saber FARO- ni los socialistas tienen respuesta, ni los titulares de Fomento contestaron a ninguna de las peticiones enviadas por los diferentes administraciones. Un punto muerto en la reivindicación social que une a vecinos y colectivos técnicos para pedir una intermodal "digna", al considerar que la actual infraestructura es "de paso" y deja a "Ourense como una ciuda de segunda".
La moción socialista era el pretexto político para conocer el posicionamiento de los grupos políticos en cuanto a la reivindicación social. El modelo de intermodal actual -con tres proyectos diferenciados- lo defendió el portavoz de DO, Miguel Caride, alegando que "la situación actual es competencia del señor Ábalos, porque la parte ferroviaria pertenece a Fomento" y con respecto a la paralización de las obras explicó que "paralizar las obras puede llevar a recursos con las empresas concesionarias por lo que dilataríamos en el tiempo el proyecto". Una versión que difiere de la mostrada en anteriores ocaiones. La socialista Natalia González criticó "el cambiazo" de la iniciativa socialista para pasar al convenio de 2016: "El primer proyecto era socialista y como era una bandera socialista no la apoyaron y decidieron en 2016 hacer el convenio".
Entre reproches y plazos dilatados de las obras del AVE, entre PP -y DO- y el PSdeG, Ciudadanos y el BNG bajaron a la arena el trasfondo del debate. "¿Estamos dispuestos a reunirnos para ponernos de acuerdo en cuál es el mejor proyecto para Ourense, lejos de apetencias personales y políticas?", preguntó Luis Seara. La pregunta no encontró respuesta entre reproches emanados desde una bancada a la otra y ante los ciudadanos de la plataforma que se ubicaban en el salón de plenos para escuchar a los agentes políticos.
Durante la moción se habló de "verdades", de "plazos", de "responsabilidades" y de "competencias", mirando el proyecto actual desde una perspectiva que obviaba la reivindicación social y jugando con las prisas de los plazos y las fechas, pensando en las autonómicas del presente año.
El BNG animó a PP a "buscar la mejor solución en la Xunta" y al PSdeG "en Fomento para que Ourense tenga la "mejor entrada posible para al AVE". Ciudadanos no se quedó atrás definiendo a la actual estación como "mediocre y banal" para "cortar la cinta de la inauguración cuanto antes".
DO y PP votaron en contra de la moción (13 votos) con PSdeG, Ciudanos y BNG a favor (12 votos-faltaban Pérez Jácome y Concepción García). La votación no era vinculante, pero sí las posturas de los partidos que escenificaron una visión "partidista" que "va en contra de los intereses de la ciudad y de los ourensanos", según explican desde la Plataforma "Tren Digno".
