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La unión del "camino de superación" del cáncer

Medio centenar de enfermos recordaron su peregrinación de A Guarda a Santiago en el día mundial contra la enfermedad

Participantes, organizadores y familiares en la delegación territorial. // Iñaki Osorio

Rosario aplaude al personal de la Asociación contra el Cáncer en Ourense: "Aunque sea lo hago sola". El sonido reverbera la superación de un nutrido grupo de afectados por el cáncer después de realizar el camino portugués, desde A Guarda a Santiago. La actividad estaba enmarcada dentro de "Camiño de superación", organizado por la asociación, la Xunta de Galicia y organismos y entidades que colaboraron en el desarrollo de una etapa "gratificante, enriquecedora y única". Unas etiquetas sujetas a una vida de superación continua y un valor enriquecedor que cosió a una familia sin ningún parentesco, pero con un motivo común.

Una actriz secundaria arguye: "Esa me levantó a mí. No hace nada por ella, lo hace por lo demás". Se llama María y la conocen por María de la 'O'. Se sienta con la naturalidad de ser protagonista y con la bonhonmía de verse en un vídeo en el que recorrió el trayecto del camino portugués. Lejos de cansarse, bromea: "Nos hizo un tiempo regular, llovía mucho. Bueno, regular no, bastante malo".

Nació en el País Vasco y pronto se vino para Viana do Bolo. Entiende el gallego y le gusta entenderlo. Su motivo, el de otras tantas: "Yo tuve dos intervenciones y finalmente me extirparon el pecho, por eso considero que es una buena iniciativa este tipo de actividades para conocer a gente que haya pasado lo mismo que yo para saber si tienen los mismos sentimientos, las mismas molestias. Parece que si te apoyas con alguien que pasa por lo mismo es más llevadero".

Se escapa para sacarse la foto de "familia" que unió el camino. Hay días únicos, momentos especiales y vidas de superación. La de María se identifica con esos miles de afectados que existen en Ourense -y en España- que escuchan la palabra "cáncer". La actividad "nos sirve para demostrarnos mucha alegría, muchas ganas de vivir".

Se le agranda la sonrisa cuando habla del camino portugués: "Fue una maravilla". Hace memoria y recuerda los paisajes y las risas contagiosas: "Pasamos por el Monasterio de Oia y la verdad eso me encantó, pero en general fue una gran maravilla hacerlo la verdad. Fue una experiencia increíble". El deber que le queda es aprenderse la canción con la que los tres monitores rejuvenecían y despertaban el gen infantil: "Nos sentíamos como niños pequeños pasándonoslo bien y cantando, aunque yo no me aprendí la canción. Casi, casi".

La organización editó un vídeo donde la llegada a la Plaza del Obradoiro era una meta, era su final. El ejemplo por lo que luchan cada día. "De toda la vida he tenido muchas ganas de hacer el Camino, la llegada fue ... lo mejor que nos ha pasado". Los tres monitores de Aventeira "son lo más", dice María.

Todas tienen su historia. Algo que contar. Todos completan su propia vida en un día que para ellos son todos los días. Luchan y se superan. Ejemplifican el esfuerzo y viven su propio camino de superación. Personalizan una enfermedad que es "miedo, terror, pánico" y capítulos de "muerte". Cambian el chip y se transforman para disfrutar de esa oportunidad, llamada vida. "No hay que rendirse, si lo haces terminas con tu vida. Por ello, hay que ser positivos y luchar cada día, pensando en que todo va a salir bien, porque si luchas por ello saldrá bien". Amén María.

Más participación

Tras las declaraciones y el vídeo donde se ve la experiencia de los participantes, la asociación explicó las siguientes actividades a realizar y la ilusión se alzaba con las palabras.

La próxima etapa será desde el Cebreiro hasta Santiago, para completar el camino francés. Las plazas serán reducidas y la expectación generada tras el primer camino alimenta la participación para unirse y ser parte de esa familia "enriquecedora".

Su testimonio enriquece sus propias historias y su camino alimenta y promociona todavía más el Camino de Santiago antes de la llegada del Xacobeo en 2021 con la participación y colaboración de la Comisión del Xacobeo y la Xunta de Galicia. Un camino de superación en el que la meta se les ha quedado corta. Un esfuerzo vital para sentirse vivos y no perder la esperanza de enriquecerse todavía más. Lo que une el camino -del cáncer- no lo separa nadie. No se olvida.

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