Alberto se baja del coche con un cubo marrón donde se puede leer "materia orgánica". Busca el contenedor que está habilitado para tirar los residuos, vacía el contenido y se dirige a coger unas hojas para echarle por encima: "Tengo que admitir que yo siempre le suelo echar un poco más de continente para tapar la materia orgánica". Habla como si fuera un experto en el reciclaje. Él es uno de los que forma parte del programa RE (Recupera, regenera y reinicia) y que en cuatro años de vigencia involucra ya al 60% de la población de la comarca de la villa, aunque los datos invitan a pensar que son más los que reciclan, aunque no participen en el programa de la generación de compostaje.

"Para reciclar es necesario informarte y después saber separar", dice el vecino alaricano. El Concello de Allariz puso en marcha el programa en 2016 y "cada año son mejores los resultados que obtenemos", dice la regidora de Allariz, María Cristina Cid. Las fracciones recuperadas en envases se incrementaron en 10.000 kg con respecto a 2018, por lo que los vecinos alaricanos ingresaron en las arcas municipales 37.507 euros. Una cantidad que nace del compromiso de una comarca por el medio ambiente y una conciencia social que ve en el reciclaje y en la separación de residuos una iniciativa de la que presumir y no una conducta de la que renegar.

El papel y el cartón también se incrementaron en 10.000 kg con respecto a 2018 y se coloca en porcentajes superiores a los de la provincia y a los de la Comunidad Autónoma. Los kilos de residuos de papel o cartón que separa cada vecino en Allariz son 34, mientras que la media provincial es de 16. Aunque el valor más significativo que sube es la separación de la materia orgánica que se incrementa un 5,49% frente a 2018, con casi 18.000 kilos más.

"Estos índices son fruto del trabajo de años que tiene una especial vinculación con la conciencia de la ciudadanía. El reparto de composteiros individuales a los vecinos y vecinas, así como la incorporación del compostaje comunitario hacen que se alcancen esos valores", explica Bernardo Varela, concelleiro de Medio Ambiente. La separación y el compromiso con la creación de compostaje propio de los vecinos supuso una reducción de los residuos entregado a Sogama en 50.000 kg y el total de residuos recuperados el pasado año alcanzó la cifra de 842.971 kg.

Una filosofía para "presumir"

El Concello de Allariz firmó convenios para la puesta en marcha del programa con la Adega (Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia), la Universidad de Vigo y la de A Coruña. Estos dos últimos organismos públicos entregan periódicamente analíticas para saber cuáles son los valores del compostaje creado por los vecinos. "La calidad del compostaje suele ser A que se utiliza para la producción ecológica de productos", dice la regidora. Una economía circular que se inicia con la conducta diaria de separar y reciclar la materia orgánica, que depositan en infraestructuras habilitadas para ello. "Una vez separen y viertan la materia orgánica se llena el cubo y se deja macerar entre 4 o 6 meses dependiendo de la temperatura ambiental. Después cada vecino puede volver a coger de donde lo echó y así aprovecharse de su acción", describe la alcaldesa. Una acción que repercute no sólo en la producción individual si no también en la generación de la obtención de productos 100% ecológicos que se revenden en los mercados alaricanos. La Adega realizó una encuesta el primer año de la implantación y volvió a repetir el sondeo el año pasado. "Los resultados nos dicen que los vecinos están comprometidos e incluso que presumen de ello", añade Bernardo Varela.

Entre los 92 núcleos rurales, Allariz tiene repartidos más de 500 composteros para uso rural. Solo en la villa, tienen 22 sillas de compostaje comunitario donde los vecinos tiran su materia orgánica. Alberto concluye: "Huelen peor los contenedores verdes, que el compost separado correctamente".