La magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, Blanca Díez, no se limita a resolver las causas sino que intenta que los acusados reflexionen sobre el daño de sus actos y no reincidan. Ayer celebró el juicio contra un hombre de 50 años que, el 9 de septiembre de 2019, atracó a la dueña de un comercio de ropa esgrimiendo una jeringuilla. José A. J. B. tenía sus capacidades afectadas "levemente" por la dependencia a las drogas, concede el fiscal, que ofreció una rebaja de la condena de 5 a 3 años de prisión por la atenuante de drogadicción. El acusado está a tratamiento y debe ser constante -al menos varios meses más- para optar a una posible suspensión de la condena que le resta (permanece en prisión provisional desde el momento de los hechos). La jueza le informó de los términos del acuerdo al que él dio visto bueno, confesando los hechos y evitando la celebración del juicio. "Usted siga el tratamiento", le indicó. "Vale, vale, yo me porto bien". Además, la magistrada le lanzó una advertencia de futuro: "Cuando salga de la cárcel no prepare otra de estas", le pidió. "Ya, ya", respondió el acusado. "Que usted ya ha tenido causas en este juzgado. A ver si alguna vez me hacen caso", añadió la jueza.

La condena no se atenúa más porque al acusado se la aplica la agravante de reincidencia. En julio de 2016 fue condenado a 16 meses de prisión por un delito de robo con intimidación. El atraco que perpetró el 9 de septiembre de 2019, el que ayer lo llevó a juicio desde el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar, tuvo lugar sobre las 20.15 horas de la tarde.

El acusado accedió en un comercio de la calle Cardenal Quevedo, en el centro de la ciudad, y una vez en el interior se dirigió a la dueña para pedirle dinero. La mujer se negó y la reacción del acusado fue esgrimir una jeringuilla contra ella, a la vez que la conminaba a que le entregara dinero bajo la amenaza de "destruir todo". La mujer decidió entregar al acusado 20 euros. El hombre se conformó con ese dinero y abandonó el local.

Estos hechos constituyen un delito de robo con intimidación con instrumento peligroso, en un establecimiento abierto al público. La condena de conformidad de 3 años de prisión incluye la obligación de que el encausado indemnice a la víctima con la cantidad que le robó, los 20 euros, en concepto de responsabilidad civil.