La estación de esquí de Manzaneda recibía pronto a los primeros usuarios y amantes de la práctica deportiva que inauguraban la temporada en unas instalaciones que se preparaban para recibir a una "avalancha" de gente durante todo el fin de semana.

"Es el primer fin de semana de nieve que abrimos y la gente ya estaba llamando y reservando", dice el gerente de la estación Oca Nova Manzaneda.

Un levantamiento de telón que es posible gracias -como remarca el gerente- al funcionamiento del sistema de innivación artificial que creó una capa de nieve suficiente y de un espesor considerable para que se asentara la primera nevada de este año. Mientras varias familias contratan los forfait, otros ya bajan por las pistas. Un centenar de personas se ubica en unas instalaciones que abrieron dos pistas de esquí, una para principiantes y otra para "aquellos que tengan conocimientos y aptitudes avanzadas para la práctica del esquí".

La Xunta de Galicia y la Diputación -principales propietarios con un 49,65 % y un 49,45 % de acciones, respectivamente- invirtieron un total de 4,6 millones de euros en el sistema de innivación artificial que "permitirá aumentar hasta 120 los días hábiles para la práctica del esquí". Lejos de la realidad de esas predicciones . La estación de esquí de Manzaneda no cumple ni las previsiones que los redactores del proyecto establecieron y la gerencia se afana en intentar abrir unas instalaciones que no reciben nieve o cuando la reciben se diluye por la alta cantidad de precipitaciones o las altas temperaturas. Esta temporada es la primera vez que los usuarios pueden sacar la ropa de esquí, después de que las borrascas Elsa y Fabien diluyeran la nieve que cayó el pasado diciembre.

El sistema de creación de nieve artificial fue el principal artífice de la apertura de este fin de semana, ya que "arrancamos el sistema y se sucedieron los trabajos durante días para crear una capa de nieve densa y poder habilitar las dos pistas que actualmente tenemos abiertas", dice el gerente de la estación.

Mientras habla el gerente, un esquiador se cae y una mujer le ayuda a levantarse. La falta de hábito, quizás. La imagen se completa con dos monitores subiendo al telesilla para completar una jornada de aprendizaje a jóvenes como a mayores. El teleférico sube hasta el siguiente punto y una hilera de deportistas baja con las instrucciones de otro monitor. Ana es portuguesa y celebra la apertura: "Ya tenía ganas de esquiar, me 'escapé' del trabajo para venir a probar la nieve que este año no pude todavía". Se regula las gafas y como dice ella "a disfrutar".

La estación contó ayer con una capa perfectamente esquiable para los principiantes, pero también cuenta con kilómetros de pista con capas "menos estables" para los esquiadores más experimentados.

Las previsiones meteorológicas indican que la nieve volverá a hacer acto de presencia, pero desde la gerencia se muestran cautos: "Nosotros tenemos que confiar en que venga nieve natural, tenemos que confiar en que la nieve caiga y que nos permita tener más kilómetros. Evidentemente, si las condiciones para el uso de los cañones es posible, los utilizaremos".

Con el paso de las horas, los usuarios iban creciendo y, sobre todo, el número de familias que llegaban con sus trineos para jugar con la nieve en la zona baja de la estación.

Una de las familia ourensanas presentes, oriunda de Beade, se retrataron y empezaron a jugar con la nieve, mientras otra pareja con su hijo pequeño intentaba no resbalar por la placa de hielo que daba la bienvenida a las pistas. "Te vas a caer", aconsejó ella.

Un grupo de cien jóvenes, procedentes de una iniciativa de la Diputación de A Coruña, desembarcaba en la estación ayer al mediodía e inundaba de color unas instalaciones que se iban poblando de usuarios y deportistas con ganas de disfrutar de la nieve.

Fue el día de estreno de la temporada de esquí en la estación ourensana que abrirá un nuevo panorama en la gestión, con el concurso para la explotación de las instalaciones, acordado por el consejo de administración de Meisa hace diez días.