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El conductor ebrio que atropelló a una mujer y siguió hasta el bar alega que fue para ir al baño

Le pidió perdón ayer - Impactó contra 5 coches y triplicó la tasa de alcohol -La víctima estuvo mes y medio en coma - La Fiscalía solicita 6 meses de prisión y 4 años sin carné

El conductor acusado, Bautista R. G., ayer en la sala antes de la suspensión. // Brais Lorenzo

Bautista R. G., el conductor que dio positivo en alcohol -0,91 y 0,85 las dos veces que sopló- tras arrollar a una peatón e impactar con otros 5 turismos, pidió ayer perdón en el pasillo a la víctima, una mujer de 57 años que pasó mes y medio en coma tras resultar herida muy grave en el siniestro. La Policía Local detuvo al infractor en un bar de la calle del Progreso cercano al lugar del siniestro, al que entró porque tenía que ir al baño por los nervios, según contó ayer el acusado a los periodistas. Asegura que la peatón apareció en la calzada y no la vio. La Fiscalía sostiene que la arrolló cuando se bajaba del coche, continuó la marcha y paró a la altura de la cafetería, a la que accedió. Los municipales detectaron que había bebido. El hombre se expone a una condena de 6 meses de prisión y la privación del derecho a conducir durante 4 años, lo que conllevaría la pérdida del carné. Cuando ocurrieron los hechos entraba en vigor una retirada el permiso ya que el acusado es reincidente y le constan dos sentencias previas por delitos viales. Él dice a la prensa que aún tenía el carné la noche del atropello. Según expone la Fiscalía en su escrito, la privación se extendía hasta el 17 de julio de 2018, desde el 5 de junio de 2017. El accidente fue a las 0.10 horas de la madrugada del ya 5 de junio. Es decir, diez minutos después de que la prohibición estuviera vigente.

El juicio estaba previsto para ayer a las 9.30 horas en el Penal 1 de Ourense pero no pudo celebrarse. La persona que acompañaba al conductor en el coche, el único testigo de la defensa, el que puede ratificar o contradecir su versión, no pudo declarar. Era necesario celebrar una videoconferencia con Huesca, pero ayer era festivo en la ciudad aragonesa y tampoco fue posible realizar en Zaragoza la declaración a distancia.

La familia de la víctima lamentaba ayer que deban soportar una nueva espera para la resolución del caso. Lo han pasado mal. Se temieron lo peor tras un siniestro que mantuvo hospitalizada a la mujer dos meses, de los cuales pasó mes y medio en coma. Los hermanos se turnaron para acompañarla y colaborar en sus cuidados. La Fiscalía cifra en 44.000 euros los gastos derivados del atropello satisfechos por la lesionada. Las acusaciones solicitan el pago de una indemnización por las lesiones y secuelas.

Es reincidente

El acusado, de 49 años, ya fue condenado en 2011 por un delito de conducción bajo los efectos del alcohol (multa y 15 meses de privación del derecho a conducir), así como en 2015, por el mismo delito (le impusieron 42 días de trabajos en beneficio de la comunidad y la privación del carné durante 21 meses y 10 días). La fiscal subraya que estaba privado provisionalmente del permiso desde el 5 de junio de 2017 hasta el 17 de julio de 2018.

El conductor dijo ayer que sí tenía el carné pero las acusaciones sitúan el siniestro cuando ya había entrado en vigor la prohibición, aunque fuera por diez minutos. Tras haber bebido, sobre las 0.10 horas conducía un vehículo Mercedes de su propiedad por el carril izquierdo de la calle Progreso de Ourense. A la altura del número 72, perdió presuntamente el control, se salió de la trayectoria por el margen izquierdo y colisionó frontolateralmente contra un vehículo detenido. Según la Fiscalía, continuó la marcha y atropelló a la peatón. Las acusaciones dicen que se había apeado de su coche por la puerta delantera derecha segundos antes. El conductor afirma que no y que apareció en la calzada.

Lo cierto es que la atropelló y la mujer salió despedida e impactó contra la parte posterior del automóvil del vehículo del encausado. Quedó tendida sobre el asfalto pero presuntamente el acusado continuó la marcha. Bautista R. G. declaró a los periodistas que sí se detuvo. La Fiscalía indica que, tras arrollar a la peatón, colisionó lateralmente con otros cuatro vehículos que se encontraban correctamente estacionados.

El conductor se detuvo a la altura del número 64 de la calle. Según su versión, para ir al baño a hacer sus necesidades por los nervios. Agentes de la Policía Local lo detuvieron y apreciaron síntomas de embriaguez: habla pastosa, olor a alcohol notorio a distancia, repetición de frases, falta de conexión lógica en sus expresiones, así como un movimiento oscilante de la verticalidad del cuerpo, según el atestado. Dio 0,91 en la primera prueba de alcoholemia -a las 0.46 horas- y 0,85 en la segunda, efectuada a la 1.07 de la madrugada. Una tasa delictiva que supera en más de tres veces la máxima permitida.

Las múltiples lesiones y fracturas por todo el cuerpo que sufrió la víctima requirieron para su curación, según el informe forense. Tuvo que ser intervenida varias veces y le han quedado numerosas secuelas. Ha perdido calidad de vida y sufre una incapacidad para realizar su actividad, según los peritos.

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