El cierre -y el encierro- del paritorio de Verín cumple capítulos cada día que pasa. Desde el 2 de diciembre el servicio se mantiene activo por los profesionales y facultativos que se aferran a "ayudar" a las madres que se acercan con síntomas avanzados de alumbramiento.

De los tres nacimientos registrados en el hospital de Verín, en los dos últimos casos los pediatras llegaron tarde y en el primero, el especialista le "arrancó del brazo de la madre al bebé" como decía a FARO el ginecólogo Javier Castrillo al tachar este hecho "de grave" y "violento" después de un parto y de los estudios que aconsejan no separar al bebé de la madre. La mujer tuvo que esperar horas en el CHUO para poder ver a su hijo. Eso sucedió el 12 de diciembre, cuando el mismo ginecólogo del hospital de Verín explicaba "el rechazo" del hospital ourensano de mandar un pediatra y su puesta en conocimiento al juez de guarda por la situación que se estaba a vivir. El especialista en este caso llegó, según fuentes consultadas, una hora antes.

El segundo nacimiento se produjo ya el cuarto día del año a las 00:58 horas cuando Anddrea Larisa nació sana y salva sin ninguna complicación. Cuarenta y dos minutos después, acercándose a las 2:00, entraban por la puerta un técnico de Emergencias Sanitarias, una enfermera y una pediatra para llevarse al bebé al CHUO, pero se encuentra con el rechazo de los padres al exigir que el bebé se queda con ellos.

El tercer nacimiento del paritorio cerrado de Verín se produjo anteayer a las 9:30 horas, donde una madre parturienta -y concejala del PP en A Gudiña- dio a luz a un niño. La solicitud del pediatra en esta ocasión también llegó tarde con un retraso de casi 45 minutos, pues el facultativo entró por la puerta del hospital verinense sobre las 10:15 horas.

En los dos últimos partos, la situación que vivían las mujeres desaconsejaba su traslado a Ourense. Ahora, las mujeres embarazadas de la comarca que cuentan los días o semanas para dar a luz se preguntan, "¿si estuviera cerrado el paritorio y tuvieran que venir a Ourense, pariríamos en el camino? ¿Qué seguridad nos dan si los propios pediatras llegan tarde a los alumbramientos?". Una situación que genera "angustia y agobio" entre las mujeres, y la sociedad en general, que se volvieron a concentrar ayer a las puertas del CHUO rodeados de medios de comunicación para protestar por la "deshumanización" de la sanidad pública y por el cierre de unos servicios que consideran "esenciales e importantes" para el desarrollo demográfico de la comarca. Ahora, toca saber, si la nueva gerente, Guillermina Agulla, logra atraer y captar algún pediatra, una condición indispensable para que el gobierno autonómico vuelva a abrir el paritorio cuando están a punto de cumplir 50 días encerrados los profesionales que mantienen el servicio, en contra de la decisión de la Xunta. Vecinos y colectivos sociales mantienen su firma decisión de que "el paritorio vuelva a abrir cuanto antes".