La comisión municipal para buscar una solución transversal al problema de los ruidos en la zona histórica, e integrada por representantes de los distintos grupos del Concello de Ourense así como de los establecimientos nocturnos, pubs y cafeterías, y vecinos residente en la zona, se reunión ayer. En el transcurso de la misma la edil de Urbanismo, Sonia Ogando, dio a conocer que el Concello está incoando expedientes, vigilando sonómetros e incluso se plantear multas más coercitivas para los locales de ocio de la zona que incumplan.
La reunión se celebró en la sede de Urbanismo, tal y como se había comprometido la concejal delegada, Sonia Ogando, en el pleno del pasado 4 de noviembre. Este equipo de trabajo, formado por integrantes de todos los grupos políticos, por asociaciones vecinales y por representantes de los hosteleros, está funcionando desde el pasado 3 de diciembre.
Según Sonia Ogando "vamos por buen camino, con voluntad de llegar a puntos de encuentro para buscar una solución global a la problemática que le afecta de manera más acusada a la zona monumental" . Añadió que desde la Concejalía de Urbanismo se está trabajando con intensidad, incoando expedientes de caducidad de licencias e intensificando el control de los sonómetros, mediante una providencia dictada por la concejal, y está sobre la mesa a posibilidad de incrementar las cuantías de las sanciones, según recalcó la edil Sonia Ogando.
La concejala hizo hincapié en la comisión en que el tema de los ruidos "no debe circunscribirse solo a la hostelería, sino que es un problema global en el que están implicados muchos más agentes". Además Sonia Ogando recalca que se están llevando a cabo comisiones individualizadas que confluirán de manera global en conclusiones que buscan, ante todo, armonizar la convivencia y garantizar los derechos de todos los que viven y desarrollan sus actividades comerciales en el casco histórico. La próxima sesión de esta comisión quedó fijada para el próximo 5 de febrero a las 10:30 horas.
