El 9 de abril de 2016, el policía Celso B. A. falleció de un disparo en la cabeza con una de las seis armas desaparecidas del búnker. Su cuerpo fue encontrado esa noche en un despacho de la quinta planta de la comisaría de Ourense. Desde el momento del levantamiento del cadáver, la magistrada Eva Armesto investiga esta muerte y mantiene la convicción de que se trató de un asesinato para encubrir presuntamente el robo de las pistolas y revólveres, así como la elaboración de los anónimos que llegaron a Asuntos Internos y a la prensa. La magistrada, que acaba de rechazar el sobreseimiento de la causa contra los agentes gemelos Roy y Bernardo D. L., en contra de lo que solicitaban tanto la Fiscalía como la defensa, consulta ahora a las partes para decidir si amplía el plazo de instrucción después de casi 4 años de pesquisas, 2 de ellos bajo secreto.
El plazo para investigar, ya ampliado en su momento, termina a finales de este mes. La causa acumula una veintena de tomos y se aproxima a los 9.000 folios. La magistrada ya había ampliado directamente la instrucción hasta un total de 36 meses, pero en fase de apelación la Audiencia Provincial rebajó la prórroga hasta los 18, que finalizan este mes.
En un auto del pasado 4 de julio, la Sala rechazaba una serie de diligencias de la jueza y manifestaba: "Debe en consecuencia irse perfilando el acervo indiciario con el que se cuenta y plasmarlo en la consecuente resolución que impulse el procedimiento". En opinión del máximo órgano judicial de Ourense, "seguir interesando continuas ampliaciones de diligencias que no han ofrecido resultado a la investigación convierten a la misma en una investigación inquisitiva y general, vedada en el ámbito penal".
La magistrada Armesto ve "plurales indicios" de un asesinato. Comparte la visión de la UDEV de la comisaría. Esta unidad, con una teoría totalmente contraria a la de Asuntos Internos -ambas se rebaten y se cruzan reproches en sus informes- considera que "la muerte de Celso pudo ser el resultado de una acción planificada por Bernardo y Roy, con la finalidad de intentar que su participación en los delitos citados fuera descubierta por manifestaciones de Celso, una vez detenido o si este se entregaba asumiendo el robo por presiones de los hermanos". La acusación particular, que representa a la familia del agente, también considera que se trató de un asesinato.
En cambio, la Fiscalía de Ourense, esgrime hasta 7 informes de organismos oficiales, entre ellos de unidades centrales, en los que se cataloga la muerte de Celso como un suicidio. Del mismo modo, la defensa de los gemelos ha rebatido cada indicio con dictámenes del procedimiento, pero sin éxito.
La Audiencia Provincial, tribunal de apelaciones y máximo órgano judicial de Ourense, tendrá la palabra definitiva sobre todos estos asuntos clave, desde el plazo de instrucción a la existencia o no de indicios contra los gemelos para abrir juicio.
