Ourense se levanta cada mañana de este año teniendo entre sus fronteras el punto más frío de Galicia. Lejos de ser algo novedoso, si es anecdótico, para los vecinos de la localidad de Calvos de Randín, situada en la comarca de A Limia.

Ayer, el pueblo se despertó con la niebla tradicional y con la costumbre de salir en las noticias. "Si, si sabemos que siempre tenemos la temperatura más fría, pero aquí en el pueblo estamos acostumbrados", dice Natalia, la "jefa" del Bar Taxi.

Ayer, los termómetros registraron una temperatura mínima de -5,6º a las 5:00 de la mañana. Bromea: "A esa hora no se levantó nadie en el pueblo". Anteayer, la localidad de más de 800 habitantes tenía un frío de -9,6º, una temperatura registrada a las 9:00 de la mañana. Natalia tiene la fórmula para entrar en calor: "A esas horas un café caliente y el calor del Bar Taxi". El anuncio es puro marketing entre los vecinos y el refugio perfecto para "jugar a la partida, hablar de política o ver el fútbol, porque no hay que hacer otra cosa, al campo no se puede ir". El rural se esconde del frío de Calvos de Randín y la escarcha provoca que esté impracticable para trabajar, así que el recorrido del día, es de casa al bar y del bar a casa. "Algunos lo hacen dos veces", dice Natalia.

Ante las temperaturas registradas, la "jefa" del Bar Taxi define que "este invierno no es más frío que otros, ni menos frío, es lo mismo de siempre. ¿Cuándo no hizo frío en enero? Siempre, lo que pasa que ahora parece que se nota un poco más, pero aquí no cogemos frío, ni cogemos la gripe, aquí somos gente dura".

Además del café del bar, los vecinos tienen algo que "los de la capital no tienen, que es una calefacción como dios manda. De hierro y de leña en la cocina". La imagen -todavía- viva del mundo rural ourensano definida en una frase, netamente gallega.

El sitio más frío

El organismo meteorológico de Galicia, Meteogalicia, registra unas estadísticas anuales que indican que la temperatura mínima de Calvos de Randín se mantiene estable en la última década. El argumento de Natalia cobra protagonismo cuando se desglosa las temperaturas mínimas por mes y año. Así pues el día de Reyes de 2019 fue el día más frío del año en Galicia donde Calvos de Randín registró un -9.8º. El año anterior, el 15 de enero de 2018, los vecinos tiritaron menos de frío con un -6,6º. Sin embargo, en 2017, la temperatura mínima del mes de enero fue -14.4º, uno de las temperaturas mínimas históricas de la localidad. Y los años se van sucediendo y siempre los mismos protagonistas: Calvos de Randín y el frío. En enero de 2015 registró una temperatura de -7.8 grados y en 2013 un dato de -6.8º.

Natalia advierte que "en estas épocas las heladas son normales, así que en el pueblo se hace vida normal". Su bar es uno de los cuatro que hay en el pueblo y es un refugio para muchos: "Es la casa de muchos clientes, ¿qué vas a hacer un día entero metido en casa?". Sus dotes para el marketing no engañan y el frío tampoco es buen compañero para la salud de las personas mayores, que en la localidad son mayoría. Calvos de Randín se mantiene como el congelador de Galicia y sus vecinos siguen siendo "famosos".