El frío aprieta en Ourense pero todavía hay valientes que no temen quedarse en bañador a cero grados y rodear la piscina termal de As Burgas, en pleno corazón del casco histórico, para darse un chapuzón de calor.

Tras varias jornadas de mínimas inferiores a cero, amaneceres bajo la niebla y muy pocas horas de sol, las temperaturas experimentarán un ascenso a partir de hoy, alejándose de los valores negativos que todavía ayer hicieron temblar a los ourensanos.

En Baltar se alcanzaron los 5,2º por debajo de cero, la mínima más baja registrada en Galicia, y en Calvos de Randín el termómetro bajó hasta los -4,9º. También fue gélida la mañana en Verín, que amaneció a -4,7º y en Xinzo bajó el mercurio hasta los -4,2º durante la noche. El frío también se sintió en la franja oriental de la provincia, con temperaturas entre los -2,5 y -1,1º en Vilariño de Conso, A Veiga y San Xoán de Río.

En bañador

En la capital de As Burgas, la mínima alcanzó valores negativos al situarse en -0,1º, una temperatura que no disuadió a los usuarios de la piscina termal, la única alternativa al termalismo en la ciudad ahora que las pozas del Miño están inutilizadas por los daños que provocaron las crecidas.

Así que, qué mejor para calentarse que un buen baño termal en una piscina de agua de As Burgas que mana a 60º pero que se enfría a 38-40º para conseguir la temperatura óptima para un baño relajante. Así, mientras los viandantes apretaban los abrigos para calentarse y se dejaban abrazar por enormes bufandas este fin de semana, los bañistas disfrutaron del placer de un buen chapuzón en agua termal mientras fuera la ciudad tiritaba.