Los dos aspirantes que optan a presidir la Audiencia Provincial de Ourense durante los próximos cinco años acudieron a Madrid para detallar el plan de actuación para el próximo mandato del órgano judicial delante de la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial, en funciones de calificación.
Los magistrados Ana María del Carmen Blanco Arce -la primera mujer que se postula al cargo- y Antonio Piña Alonso -que pretende revalidar el mandato iniciado en diciembre de 2014- defendieron sus méritos y sus principales actuaciones para los retos, desafíos y deficiencias de la justicia ourensana. Ambos centraron su intervención en la capacidad de trabajo de los juzgados ourensanos.
Las dos candidaturas coinciden en la "saturación o la congestión" del Juzgado de Familia de Ourense con más 1.000 casos y con una respuesta judicial de 10 meses. Además también coinciden en las "mejoras" en referencia a la implantación del expediente digital, ya que actualmente "existen problemas con el visor, ya que no es completo o no aparecen las flechas para mover". Antonio Piña añade que "es necesario la implantación continua de la firma digital en un momento de transición de grandes avances hacia el papel 0". Ana María Blanco establece que "para implantar el expediente digital lo primero es poner de manifiesto las deficiencias y hacerlo llegar a la Xunta, para que se identifiquen primero los problemas para mejorar en este sentido. Actualmente el sistema paraliza mucho el trabajo".
El proyecto de la oficina judicial fue otra de las preguntas de la comisión del Consejo General del Poder Judicial para conocer la opinión de ambas candidaturas. Antonio Piña alegó que "quiero retomar el proyecto con mayor diálogo, no de forma unilateral como se hizo en su día. Hay que centrar el debate en las mesas de negociación". Su "rival" opta por la misma iniciativa "afrontando el proyecto desde las mesas de negociación, pero, claro, los movimientos de letrados y funcionarios siempre generan oposición. La unión es fundamental y el acuerdo con los sindicatos también". La accesibilidad y la humanización de los edificios judiciales es otra de las líneas de actuación. Ana María Blanco describe que "sigue habiendo problemas pero hay que seguir haciendo actuaciones en esta materia". Por su parte, Antonio Piña advirtió que "se hicieron grandes avances , pero tenemos que seguir trabajando para solucionar todos los problemas".
La mediación en el ámbito judicial es una de las iniciativas comunes de sendas candidaturas, pero con una estructura integrada en la administración judicial, ya que "la mediación no es una manera de sacar trabajo es una forma de resolver los problemas".
Antonio Piña y Ana María Blanco defendieron la especialización en concreto en materia de violencia de género, ya que advierten que "es necesario" para abordar los asuntos en este tema.
Además, el actual presidente apuesta por la centralización de algunos servicios judiciales y la reformulación de los criterios en la comisión de servicios: "La única manera de abordar esto es estableciendo criterios claros en la concesión de las comisiones de servicio. De nada vale que se refuerce un órgano si dejas vacante ese y si ese vacante que dejas vuelve a salir en comisión de servicio".
Su competidora define su plan desde la reorganización de los partidos judiciales y del trabajo de los mismo, así como de la comarcalización de los juzgados de violencia de género: "Hay que buscar un equilibrio en el trabajo y se podía extender la jurisdicción de Ourense para adquirir un equilibrio adecuado, buscando la especialización".
