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"Tengo ataques de ansiedad al no poder dormir por los ruidos"

Los vecinos del Casco Viejo se muestran "cansados y hartos" por los continuos disturbios que se producen por las noches

Vasos y residuos en la Plaza el pasado 1 de enero. // FdV

"Estamos hartos de que nos ninguneen", dice un vecino de la calle Pena Corneira con Manzaneda. "Somos vecinos de segunda, los primeros son los dueños de los locales que incumplen la normativa de ruidos y sobrepasan los derechos de las licencias que tienen", dice un hombre de 50 años. "No sé lo que es dormir sin ruido, no sé lo que es una noche sin ruido en mi casa", dice una vecina de la Plaza Mayor.

Los vecinos del Casco Viejo se quejan de las continuas juergas nocturnas, que tachan de "ilegales", del incumplimiento de la ordenanza de ruidos por parte de los establecimientos hosteleros, así como de la inacción de las autoridades municipales que "no controlan que se cumpla la normativa".

Nochevieja

La orquesta toca los primeros campases mientras la Plaza Mayor de Ourense se va llenando. La música se apaga sobre las 4:30 horas de la mañana del primer día del año y los vecinos de la Plaza Mayor se disponen prestos a dormir, pero continúan los ruidos. "No es por la orquesta, creo que todo el mundo puede entender que la orquesta es una vez al año y eso creo que no hace daño, es más somos comprensibles con las fiestas de Ourense u otros eventos que tienen lugar por el Casco Viejo porque nos gusta ver la ciudad con vida, pero lo que no podemos soportar es que se produzcan todos los días", dice uno de los vecinos de la Plaza San Martiño.

"La madrugada del 1 de enero tuve que coger una mochila e irme de mi propia casa a dormir a otro lado", alega una vecina de la Plaza Mayor. "La orquesta terminó sobre las 4:00 y después del ruido de la música, que es algo entendible que lo pongan en la Plaza Mayor, llegaron los estruendos del metal mientras recogían el palco, más la juerga de las terrazas y para rematarlo, estuvieron los del servicio de limpieza. Así que a las 5:30 - 6:00 tuve que marcharme de mi casa para irme a dormir algo, porque hoy -por ayer- trabajaba y necesitas descanso para rendir", dice una mujer que sufre los continuos ruidos.

Los establecimiento hosteleros podían abrir hasta las 8:00 de la mañana el pasado día 1 de enero. Una situación que denunció la Asociación O Cimborrio mostrando unas fotografías de residuos y actos incívicos por el casco histórico.

Los afectados por el excesivo nivel de ruidos coinciden en que "días puntuales podemos entender que hay ruidos, como por ejemplo por las fiestas de Ourense o carnavales o el día de Año Nuevo, pero lo que no entendemos es que persistan ruidos todos los días de la semana y se incrementen todavía más los fines de semana, sin que el Concello responda a nuestras continuas quejas sobre la situación", dice uno de los afectados. Otra vecina completa "es que las autoridades municipales ni controlan que se respete la ordenanza de ruidos que está vigente. En ella se dice que no se establecen unos límites que no se cumplen para nada, como por ejemplo que los usuarios de los bares puedan salir fuera de los bares a consumir o que establecimientos excedan sus derechos de licencia de café bar como pub de música. Presentamos quejas y no se nos atienden".

Y otra mujer se echa la mano a la cabeza: "Es una tomadura de pelo". Quieren preservar el anonimato, no quieren represalias de los establecimientos hosteleros, simplemente "queremos que se cumpla con la normativa reglamentaria y que tengan un cierto compromiso con el descanso ajeno, el silencio para dormir es primordial". Una de las mujeres consultadas advierte: "Con los ruidos me entran ataques de ansiedad por la noche y esta situación nos está afectando a todos los vecinos del casco histórico".

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