Artistas y familiares de importantes pintores y escultores de la ciudad se muestran en contra del traslado del belén de Baltar, que se encuentra en la capilla de San Cosme y San Damián, a otro punto más céntrico de la ciudad, como propone el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, porque el Concello de Ourense "realizó una inversión importante para darle esa ubicación", después de pactarlo con el artista. Acisclo Manzano se pronuncia de una forma contundente sobre la propuesta, al indicar: "Si Arturo Baltar estuviera vivo, se moría del disgusto", teniendo en cuenta que la ubicación "fue pactada con el escultor", que realizó personalmente el montaje de las distintas escenas que componen la obra, mediante una compleja colocación de multitud de piezas de barro y otros materiales. Manzano reconoce incluso que "yo no sería capaz de colocar las piezas", para formar el belén, y todavía menos de restaurar alguna que se pueda dañar, por la dificultad de reproducir el estilo artístico de Baltar.
Se muestran en la misma línea la viuda de Xaime Quessada, María Jesús Blanco, y el hijo de Manuel Prego de Oliver, Manuel Prego de Oliver Gómez, para que el belén de Baltar se mantenga en la capilla de San Cosme y San Damián, al considerarla "una ubicación muy digna", además resaltar que Arturo Baltar "es el único artista ourensano que cuenta con un espacio expositivo durante todo el año, que hay que mantener". Chus Blanco advierte que Ourense "es la única capital gallega que no cuenta con un museo dedicado a sus artistas más destacados", a pesar del ofrecimiento que realizan desde hace años los familiares de Antonio Faílde, Manuel Prego de Oliver y del propio Xaime Quessada para ceder obra que se pueda renovar tres o cuatro veces al año, con los fondos de los artistas, para mantener el interés del público.
