Vecinos del barrio de A Carballeira y zonas limítrofes anunciaron al presidente de la Federación de Asociaciones Limiar, Manuel Mosquera Rodríguez, que tienen la intención de cortar el tráfico en la rúa Marcelo Macías para protestar contra el mal estado de la misma, debido a los hundimientos que registra "por la mala colocación de la red de saneamiento y pluviales", que se han agravado con la intensa lluvia que ha caído en las últimas semanas. Mosquera se muestra crítico con la Administración autonómica, al temer que la demora de la licitación tenga "motivaciones electorales", para que su entrega coincida poco antes de las próximas elecciones gallegas. Rechaza la utilización de este proyecto como "herramienta de voto", porque "la actuación es urgente: ¡Hace falta ya!"
Mosquera advierte: "Aquí las estamos pasando putas. La calzada está llena de agujeros, de gravilla, porque no se preocupan de realizar las reparaciones necesarias, mientras no se inician las obras. Tienen que darse cuenta de que aquí se están dejando las ruedas muchos coches".
Los vecinos reclaman a mayores que se repare la avenida de Portugal, en la misma zona, que también presenta un importante deterioro. Manuel Mosquera destaca que, en el último tramo de esta vía, colindante con la rúa Marcelo Macías, "la red de abastecimiento sufre numerosos reventones, por lo que tendrían que aprovechar las obras para sustituir las antiguas tuberías de fibrocemento".
Plan de Obras
Después de reunirse con el concejal de Infraestructuras, Miguel Caride, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Limiar, Manuel Mosquera Rodríguez, anuncia que el plan de obras del Concello de Ourense -cuyo nivel de ejecución es inferior al 10%- "va a empezar otra vez de cero, salvo las que ya se han iniciado o se están ejecutando".
Mosquera defiende la necesidad de "empezar de cero" de nuevo con el plan de obras, "porque estaba todo muy embarullado. Estaba formado por más de cien obras, que dependían de diferentes administraciones". Por lo tanto, "se iniciará de nuevo el proceso, para que las asociaciones de vecinos puedan mostrar sus necesidades y preferencias". Luego el Concello establecerá un calendario de actuaciones, según las necesidades. Los representantes del movimiento vecinal se reunirán de nuevo con Miguel Caride "tras el período de vacaciones" y luego tienen previsto realizar nuevos encuentros, cada 30 o 60 días, para hacer el seguimiento del plan de obras.
