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Especialistas de la Guardia Civil examinan el coche de los gemelos por la muerte de otro policía

Agentes de Madrid inspeccionan el vehículo 3 años y 8 meses después del fallecimiento de un disparo - Ya había sido analizado en comisaría

Los policías gemelos y su abogado, en una comparecencia. // I. Osorio

El vehículo Volvo XC90 con el que Roy D. L. accedió a la comisaría el día de la muerte de su compañero Celso B. A. ha permanecido precintado desde enero de 2018 en la sede de la Policía Nacional, donde fue sometido a varias búsquedas de vestigios en áreas determinadas del habitáculo, unos análisis que dieron negativo. Ayer, el vehículo fue trasladado en una grúa a la Comandancia de la Guardia Civil, en el cuartel de Santa Mariña. Especialistas de criminalística del instituto armado, llegados de Madrid, participaron en la inspección ocular de todo el vehículo, en colaboración con la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Ourense. La magistrada Eva Armesto, que sospecha de un asesinato por parte de los policías gemelos para tratar de encubrir el robo de armas y los anónimos, ordenó una búsqueda exhaustiva de vestigios biológicos en el coche de los hermanos, en busca de cualquier rastro de Celso. La jueza estaba presente ayer. Según la defensa, Neil González, la diligencia, que duró casi 5 horas, completa la inspección ya acordada en febrero. Entonces se analizó pólvora. El resultado aún se desconoce.

Tras las detenciones de Roy y Bernardo D. L. en enero de 2018, se incautó el vehículo, que fue precintado y depositado en el garaje de la comisaría. De él se recogió una funda con sangre de la matanza del cerdo, así como muestras pequeñas con bastoncillos. Posteriormente se extrajeron varios restos de la moqueta. El laboratorio confirmó que la sangre no era humana y, hasta el momento, no se encontró ADN de Celso.

A las 15.12 horas del 9 de abril de 2016 las cámaras graban la entrada del Volvo en el garaje. Fue estacionado, en una de las varias plazas amplias de la primera planta que están fuera del ángulo de cámara. Cerca hay una pequeña puerta que da un conducto en el que se recogieron en octubre de 2016 14 huellas, ninguna de los gemelos. La jueza y la comisaría creen que Bernardo D. L. pudo colarse por ahí y acceder al despacho donde Celso apareció muerto de un disparo, con una de las 6 pistolas robadas (otras dos aparecieron en la escena). Aunque la geolocalización de su teléfono ubica a Bernardo en el complejo deportivo de Monterrei, a 8,5 kilómetros de la comisaría. La Fiscalía y la defensa han pedido el archivo de la causa.

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