Una madre dio a luz a su hijo a las 5.50 horas de la madrugada de ayer en el Hospital Comarcal de Verín, tras poner en conocimiento del juzgado el ginecóloco Javier Castrillo que había probabilidades de que el parto se produjera en la ambulancia, con el consiguiente riesgo para la madre y la criatura. Se trata del primer alumbramiento en el paritorio del centro hospitalario desde que el Sergas decidiese su cierre.

El parto en sí mismo no tenía riesgo, por lo que no hubo ninguna complicación. Posteriormente, la madre y el niño fueron trasladados a las 8.30 horas al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, donde permanecen ingresados. Sin embargo, el traslado se hizo por separado, primero se llevó al recién nacido y luego a la madre, una gestión que tanto asociaciones como profesionales de salud perinatal consideran "grave" y "violenta" después de un parto.

Por su parte, el Sergas afirma que "no hubo negativa" de que un pediatra se desplazara a Verín para atender el niño tras el parto, por lo que "no hubo intervención judicial". Y agrega: "Es muy grave lo que se dice; que lo presente por escrito", en alusión a las declaraciones del ginecólogo.

Desde la Dirección del Área Sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras añaden a mayores que "no consta, ni se comunicó, ni de forma oral ni por escrito, que el ginecólogo de guardia en Verín solicitase intervención judicial".