El cierre de las salas de parto del Hospital Comarcal de Verín no tiene vuelta atrás. Las mujeres embarazadas de los diez concellos que pertenecen a ese centro hospitalario -en total suman más de 30.000 vecinos- tendrán que venir a dar a luz al hospital de Ourense, según ratificó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
El cierre, acordado por el Sergas y que entró en vigor el 1 de diciembre, supone también la desaparición del servicio de urgencias pediátricas para los más de 2.200 niños de la comarca, "lamentablemente no tiene solución", según reveló Núñez Feijóo, por razón de la "baja natalidad", con poco más de 60 partos anuales en ese hospital comarcal, lo que genera una "menor pericia" en el equipo de profesionales de neonatología; por "seguridad de madres e hijos"; pues entiende que hay más medios especializados en el hospital de la capital, y además "porque no hay pediatras", imprescindibles para la atención al neonato pese al intento, afirma Feijóo, que hicieron el pasado junio de cubrir dos plazas, a las que no se presentaron candidatos.
Afirma que la Xunta llegó poner anuncios en la prensa portuguesa, "pero "no hay pediatras que quieran trabajar en el Hospital de Verín", remarcó el presidente y de hecho "no hay pediatras" y recalcó que es un problema que afecta al conjunto del país, y que la Xunta ya lleva tiempo alertando de ello.
Alberto Núñez Feijóo abordaba ayer en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta este tema, que ha creado una brecha entre el PPdeG y el PPde Ourense, cuyo presidente Manuel Baltar declaró ayer que la Xunta "debe rectificar y reabrir el paritorio" y en contra de que se suprima un servicio que ya lleva "años prestándose a los vecinos".
Un paritorio que divide al PP
Preguntado acerca de si había hablado con Manuel Baltar sobre este tema, el presidente de la Xunta señaló que lo hizo el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña "pero no sé si con toda la amplitud porque no estaba en la conversación". Al respecto y sin citar a Baltar en ningún momento, Feijóo subrayó que "tengo amistad personal con muchísimos alcaldes de la zona", pero defendió que "por encima de los criterios políticos y de las consideraciones partidarias, hay una cuestión que es sagrada: la vida de la madre y del bebé. Yo no voy a poner por encima de eso ningún interés".
Reiteró además que "lamentablemente no tengo solución para este problema, si tuviese o encontrase algún día una solución, dejaría de ser este problema", dijo y que "hemos tenido que asumir una decisión impopular, basada en criterios médicos".
La CIG va al contencioso
Las movilizaciones ante las instituciones continúan. La CIG presentó ayer un recurso contencioso-administrativo en el juzgado ourensano contra la orden de cierre de paritorio y Pediatría de Urgencias del Hospital de Verín y solicitó la adopción de medidas cautelares que incluyan "la suspensión" de dicha iniciativa. Recogen entre los once argumentos presentados que la Xunta de Galicia se basa en un informe que dice que no es operativo abrir un hospital con menos de 600 partos anuales, pero ese informe médico también dice que también influye en la decisión la distancia del hospital más próximo.
Ana Pontón portavoz nacional del BNG también visitó ayer en Verín a los trabajadores y vecinos encerrados en el hospital para mostrarle su solidaridad y apoyarlos en sus reivindicaciones.
