Un ourensano de 42 años fue a juicio ayer en el Penal Número 2 de Ourense por la comisión de un delito de pornografía infantil, y llegó a un acuerdo con la Fiscalía para reconocer los hechos a cambio de una reducción de la condena. Se enfrentaba a una petición inicial de dos años de prisión pero el castigo queda rebajado finalmente a un año, que en un principio no tendrá que cumplir ya que carece de antecedentes penales. El encausado descargó y compartió cerca de 6.000 archivos de contenido sexual de menores, desde su casa del barrio de O Couto. Utilizó un ordenador de su habitación, que solo usa él, pero cuya dirección digital IP se encontraba a nombre de su madre.
La investigación determinó que las conexiones a contenido pedófilo tuvieron lugar entre los meses de abril de 2017 y mayo de 2018. En la computadora descargaba, veía y compartía con otros internautas, a través del programa Emule, distintos archivos en los que aparecían menores de edad en un claro contexto sexual.
La Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio del acusado, con orden judicial, el 31 de mayo de 2018. Se encontraban el acusado y sus padres, de 80 y 69 años en aquel momento. Los agentes se incautaron de dos discos duros, un teléfono móvil, un dispositivo de almacenamiento pendrive así como de un ordenador, que contenía nueve archivos en proceso de descarga, cuyos nombres aludían a que se trataba de pornografía infantil. La operación Sandrina.
En el programa Emule, dentro de una carpeta, figuraban un total de 5.914 archivos -repartidos en 40 subcarpetas-, entre imágenes y vídeos en los que se observa a menores de edad en poses sexuales o incluso manteniendo relaciones. La Policía comprobó que los programas que el acusado había instalado permitían tanto la descarga como la posibilidad de compartir los archivos instalados, facilitando de esta manera su distribución.
La UFAM de comisaría actuó contra el acusado de Ourense tras recibir, en marzo de 2018, un correo electrónico remitido por Protección al Menor de la Unidad de Investigación Tecnológica, cuyos investigadores realizaron un barrido de los programas en que se comparten archivos de un internauta a otro, localizando a 170 personas que estarían distribuyendo un número significativo de contenidos de explotación sexual de menores. En la provincia de Ourense los agentes detectaron a dos usuarios de internet, el acusado y otro más con domicilio en la ciudad para el que los policías también solicitaron orden de entrada y registro. La unidad central aludía a la existencia de un tercer usuario compartiendo pornografía infantil en la provincia, pero tras una comprobación inicial se averiguó que se trataba de un domicilio de Santiago.
Durante la comprobación de los policías en la vivienda del acusado, él estuvo presente. Cuando los agentes llegaron a casa el ordenador estaba apagado. El hombre se mostró voluntario a encenderlo. No tenía ningún tipo de clave. Los agentes entraron en el programa Emule y encontraron los archivos de contenido sexual. El acusado reconoció "de forma voluntaria y espontánea" que él los había bajado.
Dadas las evidencias encontradas en el registro y ante el reconocimiento por parte del hombre de la comisión de un delito de pornografía infantil, los policías procedieron a su detención. Un año y medio después de esa operación, la causa queda resuelta con el acuerdo de conformidad alcanzado ayer por el acusado en el Penal 2 de Ourense, que convertirá el fallo al que ha dado el visto bueno en una resolución de carácter firme. La intervención del material informático conlleva su decomiso así como la destrucción de los archivos sexuales con menores de edad.
