Un hombre acusado de dar una brutal paliza a su mujer con intención de matarla será juzgado la próxima semana en la Audiencia Provincial de Ourense. La Fiscalía solicita una condena de 10 años de prisión para J. O. A. por la presunta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa. Además solicita una orden de alejamiento e incomunicación durante un periodo de 15 años, a una distancia mínima de la víctima de 300 metros.

Los hechos ocurrieron sobre las 20 horas del 2 de enero de 2017 en el domicilio común del matrimonio, ubicado en Castrelo de Val. La víctima se encontraba en la cocina de la vivienda, cuando apareció el presunto agresor machista.

Le dijo que sería "su fin"

Según la Fiscalía, "con intención de acabar con su vida", el individuo la agarró por los pelos, le golpeó la frente contra el fregadero, la arrojó en el suelo boca abajo y se echó encima de sus costillas. Presuntamente, el marido cogió una sartén y la golpeó con ella en la frente, al tiempo que le decía que la iba a matar, y que "ese día era su fin".

El ministerio público llama la atención sobre el hecho de que, presuntamente, el hombre se negó a llevar a su esposa herida al hospital a pesar de sus peticiones. Solo al día siguiente, el 3 de enero, accedió a trasladarla para que recibiera asistencia médica, pero tras exigirle que dijera a los facultativos que había resbalado y se había caído.

La paliza presuntamente propinada por el marido causó a la víctima diversas lesiones. Según el informe forense, sufrió politraumatismos, un traumatismo craneoencefálico frontal, heridas incisocontusas que requirieron sutura en la región frontal, así como una herida en el cuarto dedo de la mano izquierda y también una fractura de los huesos propios de la nariz.

La mujer necesitó varias asistencias facultativas, con necesidad de tratamiento médico y quirúrgico, así como psicoterapia. Requirió la toma de analgésicos a diario, recibió más de 20 puntos de sutura de las heridas (más de 20 puntos) y también un taponamiento nasal e inmovilización de huesos propios.

Como secuelas le ha quedado un trastorno por estrés postraumático crónico de grado moderado, además de cicatrices físicas. El juzgado de Instrucción 1 de Verín acordó el ingreso en prisión provisional del presunto agresor machista el 4 de enero de 2017, una medida cautelar que fue prorrogada por un auto de 13 de diciembre de 2018, dictado por el mismo juzgado.

La Fiscalía formula acusación teniendo en cuenta la circunstancia agravante de parentesco. Solicita la imposición al acusado de responsabilidad civil, además de penal: 5.200 euros por los días que la señora tardó en recuperarse de sus lesiones, así como 12.000 euros más por las secuelas que le han quedado a consecuencia de la paliza.