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Ensayan en el Xurés un sistema para prevenir incendios junto a las carreteras

Combinan drones, satélite, una 'app' y datos del clima

Higinio González, investigador principal de la Universidad de Vigo en este proyecto. // Carlos Peteiro

Evitar catástrofes como la de Pedrógão Grande o Chandebrito, con personas fallecidas en la carretera cuando trataban de huir de un incendio. El proyecto 'Topacio' une a cuatro empresas y al campus de Ourense de la Universidad de Vigo para estudiar, por primera vez, el estado de la vegetación junto a vías de comunicación y poblaciones con un objetivo de prevención, de mejorar del mantenimiento de la biomasa y de predecir la posible propagación de un fuego. El proyecto, que comenzó en marzo de 2018 y finaliza en septiembre de 2020, cuenta con un presupuesto de 800.000 euros. Los investigadores ya han hecho pruebas sobre el terreno de la herramienta, todavía en fase piloto: en la autovía de Ourense a Celanova, la AG-31, -en las proximidades de la villa- y en la OU-312 a su paso por Lobios, en el Parque Natural del Xurés, castigado por los incendios desde hace lustros.

La intención es "definir los índices de impacto y peligrosidad" para prevenir estos sucesos. Se utilizan varias tecnologías combinadas para detectar y conocer el estado estructural de la vegetación cercana a carreteras, clasificarla por alturas así como procesar y transmitir la información para una mejor gestión de su control. Por una parte, se emplearon equipos de láser escáner móvil, para hacer un reconocimiento topográfico y un estudio de la proyección de las copas de los árboles en las carreteras, como elementos que pueden influir en la propagación de los fuegos. Se completó ese estudio con imágenes de drones, creando modelos en tres dimensiones que permitan conocer el estado de la biomasa forestal en distintas épocas. También se usaron imágenes de satélite para tener información periódica del territorio y del estado fisiológico de la biomasa, su humedad, de manera que se pueden identificar las zonas donde puede arder y se favorece la propagación de un incendio.

Los fuegos recurrentes

Por otra parte, se usan datos meteorológicos y modelos de prevención basados en registros históricos, como por ejemplo el índice diario de riesgo de incendio que elabora la Consellería de Medio Rural. Factores como la densidad de población, el suelo agrícola en desuso y el abandono del monte contribuyen a que se produzcan incendios recurrentes y virulentos. Durante la fase de pruebas, los investigadores han recurrido a la información de las estaciones de Meteogalicia y, a mayores, instalaron un medido provisional cerca del balneario de Lobios, con el objetivo de afinar la recogida de datos sobre el clima local, clave en el estado de la vegetación. Asimismo, el proyecto desarrolla una app para el móvil, "un sensor ciudadano", para que vecinos, deportistas o turistas aporten información sobre el terreno.

En esta iniciativa colaboran las empresas Extraco -aporta su experiencia como concesionaria de obras y encargada de la conversación de vías como las ya citadas-; Aeromedia, Conexiona y Sans2. La universidad se suma con los grupos de Geotecnologías Aplicadas (Geotech) y Tecnología Energética (GTE), así como el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. Ayer hubo una jornada de divulgación en el edificio Campus da Auga tras el primer año de este proyecto.

Higinio González, subdirector de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio, el investigador principal por parte de la Universidad de Vigo, considera que el análisis sobre el terreno que por ahora se ha ensayado en Lobios y Celanova podría ser extrapolable a otras zonas de Galicia con especial incidencia de incendios. Porque la suma de tecnologías permite "ver si un árbol se está proyectando sobre la carretera, lo que puede ayudar a las empresas conservadoras a organizar las tareas de gestión de esa masa forestal, como por ejemplo las podas". Este año los investigadores del campus han trabajado con imágenes de satélites y desarrollado algoritmos. Se enfocan ahora en la gestión de datos para elaborar índices de riesgo en los que se contemplen factores como la orografía del terreno, la meteorología o el estado de la vegetación.

El ingeniero Javier Prego, del Departamento I+D+i de Extraco, destaca que esta herramienta permite "saber en cada momento y de manera precisa el estado de la vegetación en las carreteras". La aplicación de esta tecnología ayudará a "tener una idea de por dónde se puede propagar un incendio", de manera que se pueda prevenir mediante el control de la biomasa.

La administración obliga a las empresas concesionarias a realizar podas o uso de fitosanitarios para controlar la biomasa. El experto considera que este sistema evitará desplazamientos de operarios al aportar una "monitorización más exhaustiva" del estado forestal. El propósito es dotar un "sistema de gestión de carreteras que tenga en cuenta el peligro de la vegetación que las rodea y diferentes índices de riesgo de incendios". La constructora quiere llegar a comercializar la herramienta y ofrecerla como una mejora en los concursos públicos. Prego cree que permitirá "ahorrar dinero".

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