"Somos cada vez menos vecinos y productores, pero hacemos todo lo posible para que esta tradición no se pierda, pues quedan al menos 14 o 15 cosecheros y hay que disfrutar de los resultados de esta vendimia", explica Delfín Borrajo,portavoz ayer de la Asociación de Vecinos de Cabanelas, un pequeño núcleo de O Carballiño que celebró la XXII Feira do Viño Novo de Cabanelas, una cita para la exaltación de sus caldos y para disfrute de los frutos de su cosecha.

La cita, que nació como un proyecto del concello carballiñés de potenciar el conocimiento de este hermoso núcleo y la compra de viñedos, "no tuvo éxito como tal, pues ni se venden terrenos, ni hubo nadie interesado en comprarlos, pero nosotros seguimos manteniendo esta cita y en ayer se degustaron unos 300 litros de viño novo ", indica Delfín

Vino tinto y espeso, "de variedad Alicante con algo de mencía. Baja bien, es muy bueno en la presente cosecha pero, no hay que confiarse, pues alcanza unos 11,5 grados" bromeaba ayer el portavoz de la Asociación de Vecinos de Cabanelas. Reconoce que la caída poblacional que ha dejado a mínimos el censo, igual que en la mayoría del rural, es un inconveniente que les mueve a seguir manteniendo la fiesta y ofreciendo esta degustación de este vino "da casa".

Los actos comenzaron a las 11.00 horas con la misa dominical, que dio paso a las 11.30 horas al pasacalles de la charanga Castro Vello y a la degustación, a partir de las 12.00 horas, del no nuevo y castañas asadas.

A las 14.00 horas la comida popular a base de pulpo, carne ó caldeiro, chorizo novos con cachelos, vino nuevo, castañas asadas, café de pota y licor café.

La fiesta continuó a partir de las 18.30 horas cuando los presentes todavía insaciables volvieron a dar cuenta de una a merienda popular con el mismo menú.

Durante la jornada hubo además un microbús con salida cada hora, de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, desde la Casa Consistorial.