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Las últimas chispas de los magostos

La provincia de Ourense despide su tradicional fiesta con citas familiares y vecinales

Mayores y pequeños en la sede de la asociación A Follateira en su magosto. // Iñaki Osorio

Castañas y diversión. Ese es el menú de los magostos en la provincia de Ourense, donde su arraigo viene marcado por el calendario. Este pasado fin de semana se celebraron los últimos magostos "oficiales y oficiosos" en diferentes puntos de la geografía ourensana.

Algunas asociaciones vecinales de la ciudad prefirieron establecer el sábado el evento final. Así pues los vecinos de Mende, O Polvorín y O Vinteún organizaron la convivencia gastronómica a la que se acercaron representantes sociales y políticos de la sociedad ourensana. También en Boborás, Carballiño o la zona de Valdeorras disfrutaron de su tradicional magosto este pasado fin de semana.

Ayer, fue turno para los rezagados en la celebración. El Montealegre amaneció lluvioso y con algunas lona que indicaba la presencia de personas para celebrar la fiesta tradicional. Música, asados y compañía de amigos y familiares fue suficiente para los escasos "campamentos" que se formaron de forma dispersa.

No solo en el monte se realiza el magosto. Con la lluvia persistencia que apareció ayer durante toda la jornada las familias también prefirieron celebrar el magosto en el cobijo del hogar o de las diferentes dependencias en los pueblos del rural. Ayer, también, en la Asociación A Follateira se vivió el último magosto de la temporada. Los vecinos y vecinas adecentaron el local para pasar una jornada festiva donde la música acompañó a los esporádicos bailes que se acompasaron en el centro de la pista. Hasta el lugar se acercaron, alguno de los políticos ourensanos como Jesús Vázquez (PP) o Laureano Bermejo (Ciudadanos) para disfrutar con los vecinos y degustar el menú por excelencia de los magostos: churrasco, castañas y un dulce como postre. Así se coronó otro magosto, otra edición de bailes de otoño con la excusa de pasar un rato divertido entre familiares y amigos. La lluvia respetó y eso favoreció su proliferación.

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